Los trabajos de extinción del incendio se prolongaron durante horas y dio paso a la investigación policial que desencadenó las detenciones.

Dos garrafas que contenían unos 20 litros de gasolina cada una. Dos cuerdas de unos dos metros, realizadas con jirones anudados que servían de mecha. Y unas pastillas de encendido. Es el cóctel de elementos empleados por los autores del incendio que la madrugada del 21 de enero de 2019 dejó fuera de servicio los vetustos Juzgados de Isidor Macabich, cortocircuiteando la administración de Justicia en las Pitiusas durante meses.

Tal y como avanzó en su edición de ayer Periódico de Ibiza y Formentera, los acusados, dos vecinos de la isla que se encuentran en prisión provisional desde el 23 de mayo de 2019, serán juzgados el próximo 4 de octubre como coautores de un delito de daños recogidos en los artículos 263 y 266 del Código Penal que hacen referencia a los daños que impiden el libre ejercicio de la autoridad, afección a bienes de dominio o uso público o comunal y que ocasionan daños de especial gravedad o afectado a los intereses generales.

Asalto de madrugada
Según el relato de acusación, los hechos se desencadenaron sobre las 04.45 horas del día 21 de enero de 2019 cuando los acusados, aprovechando la poca luz de la zona y con «la finalidad de paralizar la actividad jurisdiccional al existir causas penales pendientes de tramitación en relación a uno de los implicados, actuando de común acuerdo y con ánimo de menoscabar la propiedad ajena, accedieron al edificio con la ayuda de una escalera de aluminio de dos tramos».

Mientras uno de ellos realizaba tareas de vigilancia en la calle, el otro implicado accedió al inmueble rompiendo una ventana del segundo piso, planta en la que se localizaba el juzgado de Instrucción número 2 de Ibiza.

En un despacho de este juzgado colocó una de las garrafas. Posteriormente se trasladó hasta la tercera planta del edificio, donde se ubicaba el juzgado de Instrucción número 1. En este punto colocó otra garrafa con 20 litros de gasolina en la sala de vistas.

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Los asaltantes crearon hasta cuatro focos de fuego. Debido a las elevadas temperaturas se produjo una cadena de deflagraciones que arrancaron varias ventanas y puertas del edificio judicial. El escrito apunta que todo ello ocasionó numerosos desperfectos tanto en la fachada del edificio como en sus dependencias, fundamentalmente en la planta segunda y tercera donde «quedaron carbonizados varios armarios, carpetas y documentos».

En las dos plantas más afectadas, el fuego y las elevadísimas temperaturas alcanzadas causaron daños en paredes y techos, provocando el colapso de algunas tabiquerías.
Todos estos daños son efectos pertenecientes al Ministerio de Justicia y deben ser tasados pericialmente.

Según concluye el escrito de acusación, el incendio causó «daños de extraordinaria transcendencia, llegando a menoscabar gravemente la administración de justicia en el partido judicial de Ibiza y Formentera, ya que provocó la paralización de toda la actividad jurisdiccional en el partido judicial, exceptuando las funciones de guardia, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, y actuaciones urgentes, paralización declarada por el Consejo General del Poder Judicial el 24 de enero de 2019».

Los dos acusados se enfrentan a una petición de cuatro años y diez meses de cárcel y sendas multas de 6.000 euros por un delito de daños.

Daños cuantiosos y procesos paralizados
El incendio intencionado de los juzgados generó unos daños cuantiosos que todavía deben ser cuantificados para fijar las indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil que los acusados deberán abonar al Ministerio de Justicia y al Ayuntamiento de Vila, así como a los trabajadores que reclamaron por la pérdida de alguna pertenencia por un incendio que supuso la quema de centenares de expedientes y la paralización de procesos.