El doctor Javier Arranz, durante un rueda de prensa. | Pere Bota

El portavoz del Comité de Enfermedades Infecciosas del Govern, Javier Arranz, volvió a defender ayer las diferencias de restricciones entre Menorca e Ibiza. Pese a que las incidencias son más altas en Menorca -IA14 de 79 casos frente a 35- desde hace varios días, esta cuenta con mayores libertades. El motivo, según Salud, es que en el caso de esta isla los brotes están mucho más controlados y la trazabilidad de los contactos estrechos llega hasta el 80 %, mientras que en Ibiza apenas supera el 60 %, algo que también ocurre en Mallorca.

Otro dato que influye es que, en el caso de Ibiza el indicador de casos de mayores de 65 años es de cinco contagios por 1000.000 habitantes, lo que implica que «la edad más afectada de afectados en Ibiza son personas jóvenes», lo que revela dónde podría haber transmisiones «para tomar las decisiones por restricciones». Además, añadió que entre los jóvenes hay menos trazabilidad y «el tema de los interiores es sensible y complicado».

Afirmó que actualmente hay pocos casos en la isla, pero que la baja trazabilidad les intranquiliza porque si aumentasen los casos, «podría ser un problema».
Así pues, Arranz volvió a insistir en una desescalada lenta: «Si los datos se van manteniendo y vemos que no hay ningún empeoramiento, continuaremos con esa política de ir quitando restricciones de forma lenta».

«Aprendimos mucho que no se tenían que quitar las restricciones de forma brusca y volver a la normalidad de forma rápida y es lo que se está haciendo», defendió, y señaló que cada vez hay más evidencia científica de que los contagios «son mayores en interiores y en grupos muy juntos sin cumplir medidas de prevención de mascarilla y distancia».

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Libertad para el virus
Por otro lado, Arranz mostró su decepción por las imágenes que se vieron en algunas ciudades tras el fin del estado de alarma: «El concepto libertad se está utilizando muy a la ligera y no se debería utilizar por personas que no tienen respeto por los que intentan comportarse de forma adecuada para luchar contra un virus».

«Al coronavirus la única libertad que le interesa es la libertad de transmisión. En este sentido, estas personas le están dando una libertad magnífica para que pueda contagiar», continuó.

En un tono más relajado, señaló que entiende y le parece bien que se lleven a cabo manifestaciones, pero que se hagan manteniendo las medidas de seguridad «que ya conocemos».

Por último, sobre el futuro a medio y largo plazo, el experto aseguró que ve «difícil que el virus vaya a desaparecer». «Al virus le costará circular cuando avance la vacunación y nos acostumbraremos a que sea una patología más, como una gripe. Hace años la tuberculosis era un grave problema y ahora se puede tratar. La vacunación y la evolución del virus son las que determinarán el futuro».