Juan Miguel Costa, director insular de Turismo del Consell d'Eivissa. | Marcelo Sastre

Juan Miguel Costa Costa (Ibiza, 1977), diplomado en Turismo, afronta una semana clave en Madrid, donde tomará el pulso al sector en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), en la que se han depositado buenas expectativas como punto de inflexión que va a marcar el regreso a una cierta normalidad en Ibiza. Estimulado por la reactivación de los vuelos y la progresiva apertura de los establecimientos hoteleros y de restauración de la isla, su objetivo es atraer en primera instancia al turismo nacional, y más adelante a los mercados emisores europeos.

Considera que un verano al 50% de ocupación en relación a la que se registró en 2019 «nos permitiría sacar la cabeza», a la vez que augura que habrá una extensión de la temporada en otoño. El director insular de Turismo confía en que las discotecas de Ibiza podrán abrir en julio y agosto con un aforo muy reducido y revela que la productora que quiere grabar un reality show para Netflix en Ibiza se ha comprometido a que no relacionará la serie con imágenes de la isla ni con la marca Ibiza: «Lo han aceptado y estamos en sintonía».

—En vísperas de la inauguración de Fitur, ¿que percepciones tiene?, ¿está animado el sector?

—Me siento optimista porque, de las tres grandes ferias turísticas europeas, ésta es la primera que se va a celebrar de forma presencial en mucho tiempo, lo cual es una garantía y va a generar confianza entre los turistas. El sector se está moviendo y lo lógico es que ya empiecen a viajar los turistas.

—¿Mira el calendario cada mañana para ver los días que faltan para que Boris Johnson nos ponga en el semáforo verde?

—Tengo una velita puesta [risas]. No descubro nada nuevo si digo que el británico es el mercado emisor número uno que tenemos en la isla. Para nosotros es fundamental que el Gobierno británico abra un poco la mano. Entiendo que haya problemas políticos o económicos con el Brexit, pero es necesario que deje salir fuera a sus conciudadanos en unas condiciones que a su vuelta sean asumibles. Y eso pasaría por que nos incluyeran en la lista del semáforo verde, que es lo que pretendemos: que nos separen a las islas de la incidencia que pueda haber en la península.

—¿Fitur será la confirmación de que los españoles están locos por venir a Ibiza?

—Esa confirmación ya la tenemos aun sin haber entrado en Fitur. Los inputs que recibimos y las búsquedas que se están realizando en las principales plataformas sobre la isla de Ibiza revelan que hay una demanda descomunal; ahora necesitamos que esa demanda se traduzca en visitas efectivas. Y en Fitur lo que buscamos precisamente es reforzar esta tendencia, con presentaciones especializadas para agencias de viajes y periodistas para que se hable mucho de la marca Ibiza y poder potenciar así que la elijan como destino de sus vacaciones.

—¿Qué atractivos turísticos van a promocionar en Madrid?

—El Consell hará presentaciones de Ibiza como destino conjunto, con todos los productos que podemos ofrecer, como ocio, patrimonio, cultura, gastronomía… Y luego cada ayuntamiento presentará la oferta en la que está más especializado.

—¿La presidenta del Govern, Francina Armengol, dijo esta semana que la incidencia del virus en Madrid es un lastre para el turismo. ¿Comparte esta opinión?

—Todas las opiniones son respetables, pero ésta en concreto no la comparto en el sentido de que cada comunidad autónoma tiene unas competencias propias para gestionar la pandemia a su buen entender, y lo normal es que cada comunidad haya adoptado las decisiones que haya considerado oportunas. Nosotros teníamos que protegernos y hacer un esfuerzo para salvar la temporada, pero Madrid tiene otro modelo económico y se podía permitir el lujo de autorizar los negocios abiertos y mantener un equilibrio entre la economía y la sanidad.

—La batalla de los países del Mediterráneo va a ser tremenda para captar turistas ingleses y alemanes…

—Esta batalla ha existido siempre. Dentro de lo malo, porque estamos en ámbar, tenemos alguna ventaja porque otros destinos como Turquía, por ejemplo, está en rojo. La competencia cada vez es más fuerte. La suerte que tenemos en la isla es que contamos con una diversidad de oferta de productos que es la envidia de otros destinos. Vamos a tratar de convencer al mayor número posible de turistas.

—Además de los españoles, ¿qué mercados se consideran prioritarios para Ibiza este verano?

—En una primera fase estamos apostando por el turismo nacional porque es el que más opciones tiene para venir a las islas, pero obviamente no perdemos de vista el turista británico, el holandés, el belga o el suizo, que ya están viniendo a Ibiza porque tienen ahora menos restricciones que hace unos días, y por supuesto nos promocionaremos en el mercado británico, en Alemania, Francia o Italia, donde trasladaremos esta misma campaña que lanzamos ahora para España.

—¿Cómo valora el constante incremento de reservas hoteleras en los últimos días?

—Lo valoro con mucho optimismo y es un dato bastante positivo. Poco a poco estamos viendo que las reservas se están focalizando en julio y agosto, pero ya empieza a haber un goteo para junio. Lo que ahora necesitamos es tener un alto porcentaje de vacunación, tanto entre nosotros como en los países emisores, para llegar a la inmunidad de rebaño y que el turista viaje con garantías y seguridad. Ahora mismo, en Ibiza la situación epidemiológica está controlada y lo que tenemos que vender es que Ibiza es un destino seguro, que lo es.

—¿Se atreve a decir que el 15 de junio estaremos con una ocupación del 50% respecto a la temporada de 2019?

—Me atrevo a decir que una temporada al 50% de ocupación en relación a la que tuvimos en 2019 sería una temporada decente, que nos permitiría sacar la cabeza y respirar un poquito, porque estamos todos con el agua hasta el cuello. En un escenario más optimista llegaríamos al 60 o 65%, lo que se podría considerar una buena temporada, teniendo en cuenta la coyuntura actual.

—El Govern dijo esta semana que quiere que los hoteleros hagan pruebas PCR a todos sus empleados.

—Esta petición ya la hizo el sector hotelero hace unos meses. Nunca es tarde si la dicha es buena. Si al final se consigue, creo que vacunar a todos los trabajadores del sector que están en primera línea y con un factor de riesgo es fundamental para lanzar un mensaje a los turistas de que en nuestros hoteles todo el mundo está vacunado, lo que transmite esa sensación de seguridad.

—Hace unos meses dijo que Ibiza necesita una promoción directa y muy focalizada en el cliente final. Nada que ver con las reuniones o los viajes a ferias turísticas.

—La pandemia nos ha traído cosas novedosas, y uno de esos cambios que se va a consolidar es eso. Antes se realizaba una promoción en persona, con entrevistas, viajes a los destinos, ‘workshops’, ferias, etcétera, y entiendo que esto se mantendrá, pero también debemos buscar lo que está de moda ahora, que son las redes sociales y promociones muy directas y segmentadas que van a buscar el perfil del turista que deseamos. Creo que ambas fórmulas van a seguir existiendo, aunque el ‘online’ es el futuro.

—¿Cree que en octubre, noviembre y diciembre habrá una mini temporada?

—Es una posibilidad. No tendremos un diciembre lleno de gente, pero sí que habrá un goteo constante de turistas a partir de octubre. Habrá mucha gente con ganas de viajar y que ahora está esperando a que se despeje el panorama. Estamos a una hora u hora y media de las principales capitales, y si estamos con unos buenos datos de incidencia y con un alto porcentaje de vacunación, ¿por qué no extender la temporada hasta el final de año?

—La reactivación del turismo del Imserso también anima…

—Sí, así como el turismo entre islas en temporada baja, que también crecerá. Cuando lleguemos a mediados de octubre, estoy convencido de que muchos empresarios mantendrán abierto más tiempo si saben que va a venir gente.

—Parece que el turismo de cruceros se ha estancado

—Se están moviendo para venir a las islas, pero no lo están teniendo fácil. Para nosotros sigue siendo un turismo muy importante que atrae a muchos visitantes al final de la temporada, por lo que esperamos recuperarlo pronto.

—¿Apoya la experiencia piloto que propone la Asociación Ocio de Ibiza para que las discotecas tengan opciones de abrir este verano?

—Las discotecas, como otros sectores, han sido golpeados muy duramente por la pandemia. Necesitan facturar. Entiendo perfectamente que intentemos hacer pruebas para ver cómo evoluciona la situación. En las actuales circunstancias, y tal y como está evolucionando, entiendo que podrán abrir este verano poco a poco. Otra cosa es que hablemos de concentraciones de 5.000 o 6.000 personas en las grandes salas, que lo veo más complicado, pero eso no quiere decir que no pueda haber ocio en espacios abiertos o con un aforo limitado.

—¿Apuesta a que habrá discotecas abiertas en julio y agosto?

—Me encantaría que estuvieran abiertas, pero apostar por eso ahora no es fácil. Pero si las condiciones son buenas, como ahora, entiendo que podrán abrir con las limitaciones o medidas sanitarias que sean necesarias. Como le decía, no veo a 5.000 personas a la vez en un club, pero a lo mejor sí que puede haber un millar, siempre que se cumplan todas las medidas que implante el Govern.

—Fomento del Turismo de Ibiza se ha unido a la plataforma ‘España, destino de excelencia’. ¿Cómo valora el crecimiento del turismo de lujo?

—Es un tipo de turismo que está aumentando cada año. La inversión hotelera de las primeras marcas del mundo está siendo multimillonaria en la isla, aunque me gustaría recalcar que el lujo cada cual lo entiende a su manera, con lo cual no está tan vinculado al gasto de dinero sino a la vivencia de experiencias únicas en la isla. Tomarse un arroz o un bullit de peix en un chiringuito es un lujo para algunos, mientras que para otros el lujo será comprarse una botella de champagne de miles de euros. Cada uno lo concibe de una manera, pero sí está claro que el sector del lujo está enfocado hacia las experiencias exclusivas.

—El Consell ha solicitado el aplazamiento de un reality show de parejas promovido por Netflix, pero no su suspensión, como reclama la plataforma ‘Somos Ibiza’. ¿Cree que finalmente se emitirá y que puede dañar la imagen de Ibiza?

—Tenemos el problema de que si ellos ruedan la serie dentro de una vivienda privada, no podemos hacer nada. Ninguna institución se lo puede prohibir. Otra cosa es que graben en espacios públicos o que relacionen su grabación con la marca Ibiza o con imágenes de la isla. Si es así, ahí tendremos un problema, pero si al final graban en un espacio privado no podemos hacer nada. Lo que les hemos pedido es que las grabaciones no se asocien con la imagen y la marca de la isla, que no se relacione una cosa con la otra.

—Pero si quieren grabar en espacios abiertos o naturales, ¿se lo van a permitir?

—Estas licencias corresponden a los ayuntamientos, pero hemos hablado con ellos y no lo autorizarán. No se lo facilitarán, lo cual no quita que sí puedan grabar en una vivienda alquilada, como le decía.

—¿Le han hecho llegar el guion de la serie?

—No. Sé que es un reality y estos programas siempre vienen aparejados a una cierta imagen. Nos dijeron que era una especie de ‘La isla de las tentaciones’, pero ‘Amor con fianza’, que así se llamará la serie, no va en la dirección que tiene en mente este Consell para la promoción de Ibiza. He hablado con ellos y les he comentado que por favor no relacionen la serie con la marca Ibiza. Lo han aceptado y estamos en sintonía. Lo que harán será grabar siempre en espacios privados y no deberán emitirse imágenes de Ibiza.

—¿Cuál es su mensaje a los trabajadores del sector turístico de Ibiza?

—Quiero dar un mensaje de optimismo, de que vamos a tener temporada y de que esta alta demanda de Ibiza como destino turístico que estamos teniendo se va a traducir en una temporada decente desde el punto de vista económico. A pesar de la coyuntura, se va a empezar a facturar y nuestras empresas y trabajadores por fin podrán empezar a sacar la cabeza de este mal sueño. Por fin se empezarán a normalizar nuestras vidas. También quiero lanzar un mensaje de responsabilidad, que a lo mejor no hace falta decirlo, pero siempre es bueno recordarlo.