Diego Alcalde, en Santa Eulària. | Toni Planells

Diego Alcalde (Ibiza, 1988) es el responsable en la isla de la recién creada Plataforma Stop Falsas Reservas de Interés Pesquero, un movimiento balear que nace del descontento de los pescadores recreativos con respecto a las restricciones a las que están sometidos en las Reservas de Interés Pesquero.

—¿Cuando hablamos de pesca recreativa, ¿a qué nos referimos?
— La pesca recreativa se compone de distintas variedades. Está la pesca submarina con arpón, que te sumerges y lo que aguantes en apnea: uno o dos minutos según la capacidad de cada uno, pero el pez tiene todas las de ganar ante nosotros. También está la pesca con caña, desde la costa o desde una embarcación, con volantín o curricán, que lo utiliza mucha gente para salir a desestresarse un poco y llevarse un poco de pescado a casa para comer. Luego está también la pesca de kayak, que hace poco ha salido una propuesta de decreto para prohibirla y que vamos a presentar alegaciones.

—¿Hay muchas restricciones para la pesca recreativa en las Reservas de Interés Pesquero?
—Sí. Te pongo un ejemplo: en la reserva de interés pesquero de Tagomago un pescador con caña desde su embarcación solo puede capturar un ejemplar por especie y la pesca submarina está prohibida totalmente.

—¿Y fuera de ellas?
—Fuera de las reservas podemos capturar cinco kilos, más una pieza mayor (una sirvia o un mero por ejemplo).

—Esto se podría entender desde un punto de vista de protección de las especies.
—Se podría entender si los pescadores profesionales no estuvieran autorizados a tirar redes, de hasta un kilómetro, o hasta 500 anzuelos de palangre. Es muy discriminatorio. No tiene sentido llamarle reserva cuando no se está protegiendo el recurso, solo un 3% de la RIP es la protección es integral. En el 97% restante los pescadores profesionales pueden faenar normalmente, es ridículo.

—¿Hay buena parte de costa ibicenca dentro de estas reservas?
—Un 40% de la costa de Ibiza está dentro de las falsas reservas, y en Formentera, entre un 70% y 80%. Si hay mal tiempo en poniente, la costa de Sant Antoni y Sant Josep, solo podemos ir a Pou d’es Lleó, y allí ya es reserva.

— ¿En qué zonas podéis pescar con normalidad?
—Desde Punta Grossa en la Cala de Sant Vicent hasta Punta Jondal en la zona norte. En la zona sur podemos pescar desde Cala Martina hasta la torre de Platja d’en Bossa, excluyendo la zona de Es Malvins (las islas que hay frente a esta playa). También en la zona de Ses Bledes, donde se consiguió que nos dejaran pescar tres veces a la semana, capturando solo un ejemplar de cada especie si pescas con arpón, eso sí. Mientras, en la misma zona los profesionales pueden pescar a diestro y siniestro con sus redes.

—Habla de falsas reservas. ¿Por qué son falsas?
—Por que no se está protegiendo al recurso. Se protege al sector de la pesca profesional, y entiendo que a este sector se le está metiendo mucha presión desde Europa, pero lo que le toca ahora mismo es evolucionar; hay un cambio de hegemonía. En muchos sitios de Europa el pescador submarino puede vender el producto, y en EE. UU. también. Además genera turismo y empleo. El único sentido que tienen es proteger al profesional, o guardar el recurso para ellos.

—Entonces, ¿qué es lo que reivindican, que se relajen sus restriciones o que se endurezcan las de los profesionales?
—Queremos que donde pueda pescar un profesional pueda pescar un recreativo. Que se hagan reservas integrales donde de verdad se proteja el recurso, con todo el respeto a los profesionales de la pesca que se encargan de el pescado llegue a todo el mundo. El autoconsumo existe antes que la pesca profesional, además es más sostenible y es hacia donde está evolucionando el mundo. Además, somos los vigilantes del fondo del mar. Los ojos del mar. Por eso creo que la administración se está equivocando haciendo estas reservas.

—¿La pesca recreativa es un motor económico importante?
—Hay mucha gente que vive de la pesca recreativa: tiendas, marcas, embarcaciones... Un estudio, que es algo antiguo, valoraba, desde Andalucía, Catalunya y Baleares, el grueso de la economía de este sector en 300 millones de euros al año. La pesca profesional tiene subvenciones y la recreativa mueve la economía y cada vez está más restringida. También mueve mucho turismo, algo que otros países saben explotar mejor que nosotros.