Volver a ver a la doctora. Los pacientes de Atención Primaria ya tienen la opción de elegir entre realizar sus consutas de manera presencial o de manera telefónica. Julio (a la izquierda) ya tiene cita para conocer a su nuevo doctor, Juan Carlos (arriba) visitó a su doctora por primera vez tras la pandemia. | Toni Planells

Ayer fue el primer día en el que los pacientes de Atención Primaria tienen la opción de elegir el formato de la consulta con su médico de cabecera. Bien sea de manera telefónica, o bien de manera presencial en su centro de salud correspondiente. Un paso más en el camino de vuelta a la normalidad anterior a la pandemia. Hasta el día de ayer la decisión a la hora de valorar si la cita debía ser presencial o telefónica recaía sobre los profesionales sanitarios.

Tal como comenta la Doctora Carmen Costa, médico de familia en el Centro de Salud de Vila, hasta ayer el trabajo de realizar las consultas podía llegar a doblarse, ya que «se atendía telefónicamente a todos los pacientes, y en caso de ser un caso que precisara su presencia, volver a atenderles presencialmente, de manera que se atendía dos veces a la misma persona».

La doctora explica que las consultas de tipo informativo o para valorar cualquier tipo de analíticas, por ejemplo, fueron hasta ayer siempre de manera telefónica. No obstante, «cualquier consulta en la que el paciente presentara algún tipo de síntoma, siempre se ha atendido de manera presencial», tal como comenta la Doctora Costa, que asegura que durante todo este tiempo ha venido atendiendo una media de «unos diez pacientes al día de manera presencial».

Pacientes
Juan Carlos espera paciente ante la puerta de la consulta de la Doctora Costa, salvo un episodio en el que un cólico nefrítico le llevó a urgencias, esta es la primera vez que visita a su doctora de cabecera desde que comenzó la pandemia. Se muestra satisfecho con la celeridad con la que ha obtenido cita con su doctora, «pedí hora el jueves y me la dieron para hoy mismo (por ayer)».

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En este sentido también se siente satisfecha Helen, que aguarda junto a su marido, Manolo, el momento de que le llame la Doctora Alavés a su consulta del Edificio J de Can Misses. Helen llamó para pedir cita solo unas horas antes de que se la concedieran.

También muestra su satisfacción respecto a la atención telefónica que ha venido recibiendo durante todo este tiempo, «mi doctora sabe explicarme perfectamente, y sabe hacerme las preguntas necesarias para poder ayudarme». Reconoce la ventaja que supone la atención telefónica para consultas de tipo más informativo, por lo que no renuncia a seguir usando este medio para futuras consultas de este tipo.

Melanie espera en la puerta de la consulta a que la llame la Doctora Eva Pasamon, no se siente del todo satisfecha con la atención telefónica que ha recibido, por lo que prefiere visitar presencialmente a su doctora de cabecera, «hay cosas que por teléfono no se pueden explicar y no se pueden mostrar».

«La confianza es fundamental»
Julio acaba de pedir cita para su nuevo doctor de cabecera. Su doctora habitual se jubiló durante la pandemia y todavía no ha podido conocer en persona al Doctor Garcerán, que es quien supervisa la buena salud de Julio desde entonces. Solo ha tenido la oportunidad de conocerle telefónicamente en dos ocasiones y reconoce que ha elegido la cita presencial, para conocerle en persona, aunque bien podría haber sido telefónica. «La confianza con tu médico es fundamental» asegura Julio, «y para eso hay que conocerse en persona».

De esta manera, una vez conozca a su doctor personalmente, prefiere seguir pidiendo las consultas de un nivel más rutinario o informativo de manera telefónica. Tal como comenta este poeta, prefiere evitar, en la medida de lo posible las visitas al hospital «en esta edad en la que pisamos más los hospitales y farmacias que los bares».