Felipe Costa muestra los registros de llamadas que realizó al Departamento de Traslados. | Daniel Espinosa

Tras más de 200 llamadas telefónicas desde el pasado jueves y sin que ni una sola vez le descolgaran el teléfono, Felipe Costa Aoust ha optado por dejar de intentar ponerse en contacto con el departamento de Traslados del Hospital de Can Misses y pagarse de su bolsillo el viaje a Barcelona que, cada siete u ocho meses, tiene que hacer con su hija de 8 años para una serie de revisiones médicas.

Hace 5 años, cuando la niña tenía 3, en una revisión pediátrica rutinaria le detectaron una malformación en el corazón por la que tuvo que ser operada en Barcelona. Desde entonces, al menos un par de veces al año, la niña tiene que desplazarse a la ciudad Condal para que los cardiólogos comprueben que todo sigue correcto.

Antes de que se desatara la pandemia poder gestionar los traslados con el Área de salud de Ibiza y Formentera no era muy difícil, «simplemente iba allí, esperaba más o menos tiempo y ya está», recuerda Felipe Costa. Ahora, que para realizar cualquier trámite hay que solicitar cita telefónica, «la cosa se ha complicado bastante, y más en los últimos días», reconoce.

Ante la total ausencia de respuesta en el teléfono de Traslados, Felipe Costa trató de lograr alguna solución en el teléfono de Atención al Paciente. «Allí me explicaron que había una persona menos en Traslados y que lo único que podía hacer era seguir llamando o buscarme otras vías para realizar el viaje», explica. Como la cita para la revisión de su hija era el 17 de junio y siempre le habían dicho desde Traslados que había que hacer los trámites con tiempo, el incansable padre siguió llamando una y otra vez, hasta superar las 200 llamadas sin recibir ningún tipo de respuesta. «Ahí dije: ¡basta! Porque lo único que hago con cada llamada es cabrearme y desilusionarme» asegura este patrón de golondrinas.

Pagarlo todo
La única opción que le queda es abonarlo todo de su bolsillo y, posteriormente, tratar de recuperar algo. Una posibilidad que al menos es viable gracias a que, después de un año sin trabajar por culpa de la pandemia, todo apunta a que este año habrá temporada turística, por lo que podrá volver a cubrir los trayectos marítimos entre el puerto de Sant Antoni y las diferentes playas de la bahía y Sant Josep.

Desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera, por su parte, reconocieron que la plantilla destinada a Traslados se encuentra momentáneamente a la mitad ya que, de las cuatro personas que la conforman, una está de baja y la otra disfrutando de vacaciones. «Todo esto hay que sumarlo a las limitaciones propias de la pandemia», reconocieron fuentes hospitalarias, que pidieron disculpas por las demoras que pudieran producirse en el servicio.

Un departamento reforzado física y telemáticamente
A principios de 2020 el departamento de Traslados del hospital de Can Misses pasó de tener tres trabajadores en plantilla a contar con cuatro. Este refuerzo permitió, según explicaron a este periódico fuentes del Área de Salud de Ibiza y Formentera, replantear el servicio y ampliar las horas de atención a los usuarios. De esta forma el servicio pasaba a contar con tres personas en el turno de mañana y una en el de la tarde.

Estas mismas fuentes consultadas destacaron que, además, existe la posibilidad de realizar diferentes trámites relacionados con los traslados telemáticamente, por lo que los usuarios se evitarían tanto el tener que solicitar una cita telefónica, tan difícil en estos momentos, como desplazarse a las dependencias hospitalarias.