Imagen virtual de la fachada principal del hotel, que ha modernizado su fisonomía.

El Ibiza Corso Hotel & Spa está a punto de finalizar la reforma integral de su fachada principal y laterales para reabrir sus puertas este próximo día 27 de mayo. Este establecimiento, ubicado frente al puerto deportivo Marina Botafoch y con unas espectaculares vistas sobre la bahía de Ibiza y Dalt Vila, lleva a cabo cada año diferentes renovaciones en su interior, pero en esta ocasión la remodelación de su fachada y las terrazas de las habitaciones le confiere una imagen exterior más moderna y actualizada con criterios de sostenibilidad medioambiental, mejorando la protección solar y acústica de las estancias y reduciendo el consumo energético, tanto en climatización como en iluminación.

La sostenibilidad siempre ha guiado las reformas realizadas en este emblemático hotel de cuatro estrellas, en cuya remodelación se han empleado materiales de diferentes marcas del Grupo Porcelanosa procedentes de la reutilización de recursos y el reciclaje, siguiendo la pauta del arquitecto José María García Sánchez y el diseño de Yedra Interiorismo y Nieves Bustamante, directora del establecimiento.

Eva Cercadillo, integrante de la propiedad, explica que esta nueva imagen de la fachada del hotel, que se añade a una anterior renovación completa del interior, permite una mayor luminosidad en las habitaciones, que cuentan con más espacio acristalado para disfrutar de una panorámica única sobre Ibiza y Formentera. «El hotel está en continua renovación, y ya tenemos prevista una nueva fase de obras más adelante para modernizar asimismo la fachada trasera», detalla.

Ibiza Corso Hotel & Spa es el reflejo del esfuerzo de una familia que ha volcado su inversión en un perfil de turista cosmopolita, «generalmente clientes directos que vienen a relajarse y desconectar». Entre otros servicios, cuenta con el Restaurante Corso, de cocina mediterránea, la piscina exterior con un zona chill out, gimnasio, un spa con una zona de aguas, cabinas de masaje, un amplio solárium exterior y el bar en la zona del lobby, junto a un patio zen.

Eva Cercadillo recalca que la reapertura se realizará cumpliendo estrictamente «todas las medidas que nos exigen las autoridades sanitarias: distancias de seguridad entre mesas, aforo reducido y controlado en las instalaciones, todo el equipo respetando las medidas higiénicas y llevando su mascarilla, una limpieza y desinfección exhaustiva de todo el hotel o un termómetro disponible en la recepción, entre otras».

Este hotel, que tradicionalmente abre de abril a octubre, ya cuenta con numerosas reservas para este verano y no descarta que pueda seguir trabajando después de octubre «si vemos que la temporada sigue animada hacia finales del verano. Seremos flexibles en abrir un tiempo más si se pueden compensar los gastos».