Uno de los radares de la carretera que une Ibiza con Sant Antoni. | ARCHIVO

El departamento de Gestión del Territorio e Infraestructuras Viarias del Consell d’Eivissa ha remitido una solicitud a la DGT pidiendo la instalación de radares de control de velocidad en las carreteras EI-900, de Sant Jordi a Sa Canal, y la EI-500, de Sant Rafel a Santa Agnès en el cruce de Can Tixedó, dada la alta siniestralidad que se produce en estas dos vías, especialmente en los núcleos de Sant Francesc (EI-900) y Forada (EI-500).

Tal y como explicó ayer el conseller Mariano Juan, se trata de dos tramos de la red viaria de Ibiza que, en el caso de la EI-900, soporta una «intensidad de tráfico relativamente elevada, sobre todo en los meses de verano y constituye el eje de penetración en el parque natural de ses Salines, dando acceso a las playas y establecimientos comerciales y de ocio», según expresó el Consell d’Eivissa ayer a través de un comunicado. En el caso de la EI-500, atraviesa el núcleo de Forada, donde hay diferentes equipamientos municipales y de actividades.

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«En estas dos vías se genera una movilidad considerable y hemos recibido quejas de los vecinos y usuarios habituales por la alta siniestralidad que concentran. Entendemos que es una cuestión de gestión de tráfico ya que las vías se encuentran en buen estado», expresó ayer el conseller Mariano Juan. Pese a que está limitada e indicada la velocidad máxima se producen con frecuencia excesos de velocidad que generan situaciones de riesgo para la seguridad vial, «más todavía cuando se trata de carreteras frecuentadas por ciclistas y peatones», recordó Juan.

Por eso, atendiendo las solicitudes de vecinos y usuarios de estas vías, la máxima institución insular ha pedido formalmente a la DGT dos radares de limitación de velocidad con la intención de mejorar las condiciones de seguridad en estas vías.