Pablo Valdés a su llegada a Juzgados este pasado miércoles.

Un día después de ir a declarar a los Juzgados de Ibiza como testigo en el juicio contra la exconcejala socialista en Sant Antoni Aída Alcaraz por acoso al jefe de la Policía Local, Javier Verdugo, Pablo Valdés se despachó a gusto en su perfil de Facebook con comentarios contra periodistas de este medio de comunicación, personal del Ayuntamiento de Sant Antoni, PSOE y la ciudadanía en general. Además, comparó el caso de Aída Alcaraz con el de Rocío Carrasco y tildó de «maltratador» a Javier Verdugo.

El inicio del post Pablo Valdés que al final acabó borrando.

Horas después, acabó borrando el comentario de sus redes sociales e, incluso, pidiendo perdón a algunas de las personas mencionadas en el texto. «Ella, Aída, se ríe [haciendo alusión a una imagen que colgó ayer en su perfil de Facebook en la que se veía a Alcaraz sonriendo], pero los paralelismos son claros. Rocío ha sido una mujer maltratada y ella [Aída Alcaraz] también.

Por su maltratador, Javier Verdugo, qué duda cabe, pero también por otros cómplices indispensables sin cuya implicación el maltrato jamás hubiera tenido lugar. Y, por eso, ahora que todo termina, que volvemos a recuperar las alas, la fuerza y la entereza perdida, yo acuso», empezaba su texto para proseguir, en el siguiente párrafo, a llamar «perros» y «escoria» a periodistas de Periódico de Ibiza y Formentera y TEF por informar sobre Aída Alcaraz y el litigio judicial.

«Acuso al peRRodismo local de servir de altavoz a un relato falso sin cuestionarlo. Acuso a Joan Miquel Perpinyà. Acuso a Sonia Escribano. Acuso al tenor pajillero y a Paco Pérez. Acuso a Juan Antonio Torres. Acuso a tantos perros y perras que no comen perro que, desde sus respectivas tribunas y atalayas se encargaron de difundir mentiras, de sembrar la duda, de calumniar con consciencia. Sois escoria».

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También se descargó contra miembros del Consistorio portmanyí: «Acuso a algunos miembros del Consistorio portmanyí. A Alejandro Ponce. A su interventor, Jorge Zurita, y a algún otro tonto útil. De dar falso testimonio y fortalecer con él una mentira sólo para desahogar su animadversión personal, exceso de ego y ambición enfermiza. Sois escoria».

También se despachó contra «la caterva local de mafiosos y mafiosas de medio pelo. Políticos, funcionarios. Empresarios, gentuza de bien. De traje de punta en blanco y buenos empleos y sueldos. Acostumbrados a hacer y deshacer y que nunca pudieron soportar que nadie pusiese en cuestión dicha costumbre. Sois escoria». También, aunque sin citar el nombre, cargó las tintas contra el PSOE: «Acuso al enforno. A aquel que antepuso siglas a seres humanos. Que dudó en la defensa. En el posicionamiento claro y público. Por miedo a exponerse. A comprometer su proyección. Su imagen. Por profesarle mayor lealtad a lo etéreo que a lo humano. No, tal vez no sois escoria pero dáis pena». Asimismo, se descargó también contra la ciudadanía, «espectadores de lo ocurrido. Que, sabedores de quién es y ha sido Javier Verdugo dudaron o miraron a otro lado».

El texto concluye acusándose a sí mismo «por haberme dejado vencer. De haber sido derrotado por el miedo, la apatía y la falta de autoestima. De haber dejado crecer la duda en mí y sobre mí. De no haber sido capaz de escribir esto (ni esto, ni casa nada) antes. De haber preferido agachar la cabeza. De haber llegado a sentir vergüenza porque un desconocido pronunciase mi nombre. He sido escoria. Pero estamos aquí. Ya está bien. Ya está bien de amedrentarse. Ya está bien de callarse. Ya está bien de decir ‘uy, no vaya a decir...’, ‘uy, ¿qué va a pasar ahora? Que haga cada uno lo que quiera, que aquí estamos».

El juicio
Este pasado miércoles se celebró el juicio contra Aída Alcaraz por un presunto delito de acoso contra Javier Verdugo. La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, dejó visto para sentencia el juicio por el que Aída Alcaraz se enfrenta a un año de cárcel e inhabilitación especial para el derecho del sufragio pasivo durante el mismo periodo. Cabe recordar que el jefe de la Policía Local de Sant Antoni, Javier Verdugo, interpuso una denuncia contra la por entonces edil de Governació y tercera teniente de alcalde por un delito de acoso en el ámbito profesional y personal recogido en los artículos 173.1, 147 y 311 del Código Penal.

Verdugo expuso que desde noviembre de 2015 Aída Alcaraz «ejerció de manera implacable y sistemática» un acoso moral en el trabajo. Así, relataba cronológicamente una serie de actuaciones encaminadas, según el denunciante, «a perturbar el ejercicio de su cargo como responsable de la Policía Local de Sant Antoni».