Algunos de los manifestantes este viernes antes de subirse a sus vehículos para la protesta. | Toni Planells

Este viernes fue un día de protestas en Correos en toda España. En Ibiza, entre 40 y 50 personas empleadas en Correos se manifestaron con sus vehículos para mostrar su malestar ante lo que consideran un desmantelamiento del servicio público postal, los recortes de plantilla y la reducción de derechos de los trabajadores.

La caravana de protesta motorizada arrancó en el aparcamiento que hay junto al IES Mestral y continuó por las calles de Ibiza, por la Avenida de la Paz a la rotonda de Juan XXIII, entraron a la ciudad por Ignacio Wallis y de allí se dirigieron a la Avenida de Isidoro Macabich, a la calle del País Valencià para tomar la Avenida de España y, desde allí, volver hacia la oficina de correos de Vila.

[La caravana de protesta motorizada de empleados de Correos, en imágenes. (Fotos: Toni Planells)]

Luisa Costa es liberada sindical de UGT y cargó contra la gestión del presidente de la entidad, Juan Manuel Serrano, a quién acusa de estar «vaciando la matriz del servicio público, derivando los servicios a empresas filiales como Nexea, Telecor o Correos Express».

La contratación de personal también es una de las reivindicaciones que Costa pone sobre la mesa: «No nos están contratando personal, que es lo más importante, por lo que no podemos cumplir con los plazos de entrega. Al no cumplir con estos plazos, la empresa debe pagar unas indemnizaciones, lo que produce pérdidas».

Costa explicó la importancia del hecho de que haya pérdidas, «para poder liberar la empresa debe haber tres años de pérdidas: el año pasado hubo pérdidas por el tema del Covid-19, este año con los recortes de personal también habrá pérdidas y el año que viene...» (se encoge de hombros).

«Como servicio público postal deberíamos tener beneficios, tal como tienen en otros países de toda Europa, no se explica que en España haya pérdidas», argumentó la liberada sindical, quien insistió en que la razón de estas pérdidas es «el vaciado de la matriz en beneficio de las filiales», una manera de decir que se está preparando el terreno para la privatización del servicio.

Ibiza
Un ejemplo de reducción en Ibiza es el cierre de las oficinas rurales, las de Sant Lorenç, Sant Rafel y Sant Miquel son las oficinas que corren peligro. Se da el caso, según explicó Costa, «de que estas oficinas se encuentran en locales cedidos por los respectivos ayuntamientos, por lo que no suponen un coste a la empresa». Como ejemplo, Costa explicó que la oficina postal de Sant Carles «cerró hace cinco años y los vecinos deben ir a por sus cartas o notificaciones a Santa Eulària».

La de Sa Cala, en Sant Vicent, también se cerró «hace por lo menos un año», asegura Carmen Ferrer, cartera de la zona, «antes se abría media hora al día, ahora los de Sa Cala deben ir hasta Sant Joan a buscar su correspondencia». Otra oficina rural que está reduciendo su servicio es la de Sant Llorenç, que ha pasado de atender durante una hora diaria a atender solo durante 15 minutos.