La iniciativa A day for the planet tuvo un gran poder de convocatoria con muchísimos grupos pequeños de voluntarios, asociaciones y empresas distribuidos por toda la isla para recoger la mayor cantidad posible de basura . | Arguiñe Escandón

Pocas veces se ha visto en Ibiza una iniciativa de limpieza con tanto poder de convocatoria como la que organizó ayer la ONG For The Planet bajo el lema de A day for the planet. Se consiguieron movilizar casi medio millar de voluntarios en pequeños grupos y el resultado fue la recogida en las playas, los montes y el mar de más de una tonelada de basura.

La iniciativa estaba inspirada en las actividades que se organizan en todo el mundo durante el World Cleanup Day aunque a menor nivel. «Siempre organizamos limpiezas de forma regular en distintos lugares de la isla pero en este caso queríamos hacer algo distinto y marcar un antes y un después y creo, sinceramente, que lo hemos conseguido», aseguró ayer emocionada a Periódico de Ibiza y Formentera Harmony Hita, secretaria de For The Planet.

De hecho, según sus palabras, la participación se desbordó. «Ha sido un gran éxito con mucha gente queriendo ayudar a última hora pero lo más importante es que hemos conseguido que, al menos durante unas horas, prácticamente ningún lugar de Ibiza se haya ensuciado al ver el trabajo que hacían los voluntarios».

En este sentido, Hita destacó la labor de concienciación que se ha creado. «Lo importante es que esto no se quede en un solo día y creo que al ver a tanta gente unida hemos ayudado a transmitir la idea de que otro tipo de turismo y convivencia es posible en Ibiza entre personas particulares y empresas que vienen aquí a hacer la temporada sin importarles lo más mínimo como queda la isla cuando cierran sus negocios y se marchan».

De hecho, en la iniciativa participaron grupos muy diversos. Por ejemplo, los miembros de Voluntaris d’Eivissa, con sus camisetas amarillas, se distribuyeron en 15 grupos con más de 160 personas y consiguieron recoger 320 kilos de basura. También se sumaron siete empresas de deportes acuáticos como el kayak, el padel surf y el buceo prestando su material y algunos beach clubs invitaron a bebidas y comida a los participantes. Incluso, en Cala Sant Vicent Eco Beach acudió con una máquina especial con la que retira microplásticos de la arena y el artista Ezequiel creó obras de arte con lo recogido. Hasta los ayuntamientos y el Consell d’Eivissa mandaron educadores y cedieron material para ayudar en la recogida y para regalar entre los participantes, y fotógrafos profesionales tomaron imágenes para crear en un futuro una revista que se llamará La visión.

«Las colillas son una plaga»
Harmony Hita confirmó que se recogió todo tipo de basura aunque alertó especialmente de las colillas que hay entre la arena. «Hay muchas cosas con las que ensuciar nuestro medioambiente pero bajo mi punto de vista las colillas son una auténtica plaga contra la que es difícil luchar porque por más que intentemos concienciar a la población muchos se siguen pensando que las arenas son un enorme cenicero».