Maxo Benalal, en el Parlamento autonómico.

El diputado por Ibiza en el Parlamento balear Maxo Benalal no dejará su acta de diputado y, hasta el momento, nadie de su partido, Ciudadanos (Cs), se lo ha pedido. Así lo aseguró ayer el propio Benalal en declaraciones al Periódico de Ibiza y Formentera. Su futuro más inmediato, insistió, es continuar con su compromiso ante el electorado ibicenco ya que «no tengo intención de dejar mi acta de diputado y hasta el momento nadie me lo ha pedido», pese a las informaciones que, desde la dirección nacional de Ciudadanos, anunciaban su expulsión de la formación naranja a finales de la semana pasada.

Asimismo, Maxo Benalal hizo hincapié a su vez en que, pase lo que pase, tampoco se quedará como diputado no adscrito en el Parlamento autonómico. Todo lo contrario, su intención es seguir dentro del Grupo Parlamentario de Ciudadanos . «Mi expulsión del grupo tendría que ser adoptada por la mayoría de los miembros», recordó, «y somos un total de cinco», por lo que con tres votos a su favor no se haría efectiva. Estos tres votos serían los del propio Benalal, así como los de sus compañeros en la lucha para acabar con la portavocía de Patricia Guasp: Marc Pérez-Ribas y Jesús Méndez.

La comisión de régimen disciplinario de Ciudadanos tomó la decisión el pasado 25 de mayo de expulsar del partido a Maxo Benalal por infracciones muy graves. Esto conlleva la pérdida de condición de representante institucional de la formación naranja y de la ostentación de cualquier cargo a nivel de partido. Desde Cs consideran a Benalal como principal instigador del intento de relevo de Patricia Guasp, actual coordinadora balear del partido, al frente de la portavocía del grupo parlamentario.

Cabeza de turco
En este sentido el diputado por Ibiza explicó en una entrevista en exclusiva concedida a este periódico que su partido estaba buscando un cabeza de turco y, en este caso, le correspondió a él ejercer este papel. «Me colocan a mí como el instigador», aseguró. «El partido sabe que esto (tratar de sacar a Guasp de la portavocía parlamentaria) no es iniciativa mía», recordó, «así que está claro que es una caza de brujas, en este caso de brujo, que empieza y acaba conmigo».

Asimismo, indicó que la polémica surgida con las dietas cobradas nada tiene que ver con la polémica surgida en el partido. «Es obvio que el expediente que me abrieron es sólo político y nada tiene que ver con las dietas. Patricia Guasp, el mismo día que yo hice que se revisasen mis cuentas y se me propusiese una regularización, tuvo copia, porque yo se la di, del documento por el que yo pedía a Contabilidad, que revisara mis dietas. Así que no es un tema que sea nuevo, ni desconocido ni nada», recalcó.

La continuidad de Benalal como miembro de la Mesa del Parlamento autonómico depende de su permanencia en el grupo parlamentario, aunque existen otras vías como la renuncia expresa a permanecer en este órgano, la pérdida de la condición de diputado o a través de una aprobación por parte del pleno, vía esta que debe cumplir con determinadas condiciones.

No representa a Cs
Por su parte la portavoz de Ciudadanos en la Cámara autonómica, Patricia Guasp, reconoció ayer que Maxo Benalal, siguiendo el reglamento del Parlamento balear, forma parte todavía del grupo parlamentario, pero insistió en que tras su expulsión la pasada semana «ya no representa al partido».

Guasp apuntó además que, tras su expulsión, la dirección nacional ha pedido formalmente el acta de diputado a Benalal, cosa que desmintió ayer el diputado ibicenco. La portavoz aseguró que «confía» en que Benalal entregue el acta «para que el grupo parlamentario pueda tomar las sucesivas decisiones».

Asimismo, expresó su deseo de poder «perder menos tiempo en asuntos internos propios y de otros partidos».