¿Has dejado otra vez las llaves dentro de casa? | Foto de Kindel Media en Pexels

El mejor problema es el que se previene, y esto incluye dejar la llave dentro de casa. Medidas como crear el hábito, colocarla al lado de la puerta al llegar y tener una de repuesto en un sitio escondido son maneras de lidiar con ello si lo preparas, pero no todos lo hacen. ¿Entonces qué queda por hacer si te has quedado afuera?

Llamar a alguien

Si vives con familiares o tienes compañeros de piso, lo más sensato es simplemente esperar a que lleguen o contactar con alguno de ellos. Es algo incómodo porque dependes de terceros y sus horarios para solventar la situación, aparte de que no es una opción en caso de vivir solo. Una medida podría ser dejarle la llave a un familiar cercano, incluso si no vive contigo.

Algunos seguros de hogar cubren esta clase de incidentes, incluso en un horario completo. Puedes contactar con tu aseguradora y plantear la situación para que envíen a alguna persona encargada exclusivamente de esto, o que contraten a un cerrajero cercano por su cuenta y que esté cubierto por la empresa.

Encargarte por tu cuenta

Seguir un tutorial para abrir la cerradura no es demasiado complicado, pero requiere de paciencia porque el método tiende a fallar las primeras veces y varía según el tipo de cerradura. No es tampoco la opción más sensata, pero es una alternativa cuando no puedes esperar por terceros o es muy tarde para llamar a un servicio de cerrajero que no opera 24 horas.

Hay dos consideraciones. La primera es que la llave no puede estar echada porque así estará completamente trabada y es necesario acceder al interior de la cerradura con herramientas especializadas. Además, podrías dañar ligeramente el marco en el proceso si no lo haces con cuidado.

Son varios los métodos no profesionales, pero todos tienen el común de emplear herramientas a tu alcance, ya sea en tus bolsillos o en tu carro. Una tarjeta de débito o crédito se desliza entre el marco de la puerta o la cerradura, al igual que un clip o un destornillador fino.

Las ganzúas son utilizadas por profesionales únicamente porque solo se venden a personas con licencia, aunque esto se puede reemplazar con una llave de la misma marca y un golpe seco con un martillo para hacer saltar todos los pistones. Son métodos más precisos, pero difíciles de llevar a la práctica en un caso real, comenzando porque las ganzúas son difíciles de conseguir.

Contactar a un cerrajero

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El profesional de confianza es siempre la mejor opción para cualquier labor, incluyendo la cerrajería. Si bien podrías aplicar un par de trucos para abrir una cerradura por tu cuenta, no es lo más recomendable si no lo has intentado antes con calma. Recuerda que puedes dañar el marco, la puerta o la cerradura misma al cometer un error.

Los cerrajeros se dedican sobre todo a la apertura de puertas porque es el incidente más común, aunque sus conocimientos se extiendan mucho más. Son expertos en la instalación y reparación de cerraduras, ya que han estudiado a fondo su funcionamiento con antelación. En estos casos, la experiencia cobra un rol primario.

Los cerrajeros Hermanos Garcia Mallorca te pueden ayudar en cualquier momento si estás en la ciudad porque trabajan 24 horas y envían al profesional más cercano a tu zona para que no tengas que esperar apenas. La inmediatez es bienvenida en estos casos, incluso si no se trata de una emergencia tan grave.

El trabajo de un profesional

Los trabajos realizados por novatos no son comparables con los de un profesional en su área, incluso si se siguen todos los pasos al pie de la letra. El que ya vive de eso ha tenido una trayectoria en la que la fase del ensayo y error ha sido superada, por lo que el margen de equivocación es sumamente pequeño.

En el caso de la cerrajería, esto se traduce en la apertura de la puerta, pero también en no dañar nada a costa de de ello. La cerradura se mantiene en buen estado, al igual que el marco y la puerta. Estas garantías están incluidas por escrito en cada trabajo para que el cliente esté seguro.

Además, el pago por los servicios se adecúa a las necesidades de cada cliente. La urgencia, la complejidad y el horario influyen en el coste final. Así, se obtiene un trabajo de buena calidad a un precio, o al menos a uno ajustado a lo que se está buscando.

En conclusión, sí es posible tomar medidas por cuenta propia al dejar las llaves adentro. Ya sea tomando medidas preventivas desde el inicio o intentando aplicar un par de trucos que usan los profesionales. Sin embargo, llamar a alguien para que se encargue es la decisión más acertada para prevenir cualquier daño, en especial si se acabaron todos los recursos.