De izq. a dcha. Gustavo Gómez, Vicente Ribas y Joan Marí, ayer, en rueda de prensa. | Marcelo Sastre

La crisis social y económica provocada por la pandemia de coronavirus se ha reflejado en el total de usuarios que atendió la entidad Cáritas ya que el año pasado se produjo un aumento del 52%. En total, el año pasado atendieron a 4.251 personas, la cifra más alta que se recuerda en esta entidad. La memoria anual que presentaron ayer refleja, además, que el 48,2% de las personas atendidas nunca habían recurrido a Cáritas antes de 2020 «lo que nos hace calibrar la gran magnitud de la pandemia y cómo ha propiciado y agravado la precariedad social y un agudo sufrimiento en muchas familias de nuestras islas».

Al perfil medio de pareja con hijos, extracomunitarois y con baja formación se sumó el año pasado que el 25% de los usuarios fueron españoles, así como también «un alto porcentaje de familias monoparentales». Pese al confinamiento y las restricciones, Cáritas siguió al pie del cañón prestando su ayuda a quienes más lo necesitan. En este sentido, han entregado 90 tuppers de comida diarios para las personas sin techo, así como bolsas de alimentos. Así, han repartido 175.500 kilos de comida a un 66% más de usuarios que en 2019. Gracias a las aportaciones de empresas, particulares y administraciones, 1.700 personas y sus familias, lo que representa a unas 4.500 personas en total, se han beneficiado de alimentos directos o bien de las nuevas tarjetas para la compra de alimentos.

Además de las terribles consecuencias económicas, esta pandemia de coronavirus está provocando secuelas emocionales y psicólogicas entre los más jóvenes. Así, muchos usuarios de Cáritas han transmitido el «desgaste psicológico, así como la afectación de su salud mental y muy concretamente en muchos de los menores participantes en el proyecto del centro Betania, denotando el perjuicio de tanto tiempo de confinamiento como la supresión de muchas clases presenciales y la ampliación de la brecha digital al no disponer de equipos adecuados para seguir su formación de manera telemática», expresó ayer Gustavo Gómez, coordinador de Cáritas. Las previsiones actuales son ir mejorando poco a poco. Según advirtieron ayer, será un periodo largo de recuperación, que empieza por la recuperación de los puestos de trabajo con el inicio de la temporada turística.

Medio millar de personas en el programa de empleo
Cáritas continuó el año pasado con algunos de sus programas más importantes, como la recogida de 355.000 kilos de residuos textiles en el marco del proyecto A tot drap, así como la atención de 500 personas dentro del programa de empleo. En este programa de empleo se potencia la formación para la mejora de habilidades laborales, búsqueda activa de empleo, formación digital o redacción de curriculums.

Por otra parte, el administrador diocesano, Vicente Ribas, recordó que el domingo se celebra el Día de Cáritas (Corpus Christi) y que este año el lema es ‘Somos pueblo’ «para acompañar a los hermanos que han sufrido durante la pandemia, recordando a los que nos han dejado. Cáritas y la Iglesia siempre están atentas a la llamada de auxilio de los pobres y marginados, aún en las más duras situaciones como la vivida».