Antonio Amengual, presidente del PI. | Toni Planells

Antoni Amengual Perelló (Mallorca, 23/4/1971) dio el salto a la presidencia del partido regionalista El Pi hace ahora un año. En este tiempo su principal labor ha sido la de cambiar la imagen del partido y modernizarlo en todos sus aspectos. Una vez dado este primer paso, su proyecto es seguir creciendo en todos los municipios del archipiélago y, su principal objetivo en lo referente a la isla de Ibiza, es lograr que haya un diputado ibicenco de un partido regionalista en el Parlament balear la próxima legislatura.

—¿Por qué necesita Baleares un partido regionalista?
—Para tener voz y voto en Madrid. Hemos de tener influencia en Madrid. Se acerca una recentralización muy importante en el Estado español. Los partidos que han surgido a derecha e izquierda hace que se vaya hacia esa recentralización y si no hay partidos fuertes de la periferia lo pasaremos mal. En estos momentos, si miramos el mapa español, Galicia tiene un partido nacionalista-regionalista en el Congreso, Asturias tiene un partido, Cantabria tiene un partido, el país Vasco los tiene de derechas y de izquierdas, Navarra tiene un partido, Aragón tiene un partido, de Cataluña no hay que explicar nada, Valencia tiene un partido, Canarias tiene un partido y Baleares no lo tiene. Los motores de España tienen representación regionalista-nacionalista en el Congreso y Baleares no lo tiene, y es importante que lo tenga, porque si no perderemos este tren.

—¿En qué se diferencia El Pi de Jaume Font a El Pi de Antoni Amengual?
—Nosotros hemos intentado, en este año que llevamos, hacer un liderazgo cooperativo, que no hay una figura preponderante, como había sido Jaume. Jaume tenía esa personalidad, era un señor que tenía muchos años de experiencia, era un hombre populista, por decirlo así. Hemos tratado de apostar por una vertiente más cooperativa y más moderna. Hemos tratado de modernizar el partido. Tenía unas estructuras, por decirlo así, un poco artesanas, y las hemos ido cambiando. Empezando por el logotipo, por la misma imagen del partido, y ahora lo estamos haciendo en la manera de actuar.

—¿Cómo ve la situación de su partido en Ibiza? Al parecer en determinados municipios se está disparando la afiliación.
—Nosotros en Ibiza hemos apostado por un señor como Toni Roldán, que se ha puesto a la cabeza del partido en la isla y está haciendo un trabajo muy bueno de implantación en todos los municipios. En estos momentos estamos en Vila, en Sant Josep, en Sant Antoni y Santa Eulària. Nos falta Sant Joan pero pensamos que, de aquí al final del verano, podremos implantarnos también es este municipio. La intención es primero echar raíces, hacer estructura para poder presentar candidaturas municipales a todos estos pueblos porque nuestra idea es tener un diputado ibicenco, de un partido de las islas, que defienda los intereses de los ibicencos en Palma. Esta es la idea de El Pi de Ibiza y estamos trabajando para ello.

—¿Se debe esto al efecto Toni Roldán? ¿Fue una apuesta personal suya?
—Si. Fue una apuesta personal mía y el crecimiento en Ibiza se debe al efecto Toni Roldán.

—Con episodios como el ocurrido en Sant Antoni, donde su compañero de partido Joan Torres votó en contra de una propuesta que se había comprometido a apoyar relativa a la organización del departamento de Urbanismo, ¿no cree que El Pi da una imagen de partido poco fiable para sus posibles socios? Y más aún cuando Torres ha sido uno de los máximos exponentes del partido en la isla.
—El Pi tiene una estructura y una forma de actuar donde cada isla es independiente. Los mallorquines no le tienen que decir a los ibicencos lo que tienen que hacer. Y de la misma manera Joan Torres, en su municipio, al igual que los regidores que tenemos en los municipios de Mallorca, pueden actuar como consideren oportuno en relación a los intereses de sus municipios. No es Toni Amengual quien le tiene que decir a Joan Torres, cómo tiene que actuar allí. A nosotros nos gustaría que Joan pudiese consensuar con los compañeros que tiene en el equipo de gobierno el tema de la reestructuración del área de Urbanismo, que es un asunto más de forma que de fondo. Porque en el fondo todos queremos lo mismo, que es que se desatasque el urbanismo de Sant Antoni en todos los sentidos: en el tema de licencias y en el tema de planeamiento y que vaya hacia adelante. Parece ser que en la forma no estaban de acuerdo y Joan se opuso, pero espero y confío que esto se arregle.

—Siguiendo con la polémica de Sant Antoni. ¿Entiende que su partido torpedee el área de Urbanismo y la critique tanto cuando la estuvo gestionando con dos concejales diferentes en la pasada legislatura?
—En la pasada legislatura no se acertó con el tema del urbanismo, por eso esta vez ya acordamos que no cogeríamos este departamento, y se decidió que dejara hacer y que el departamento funcionara como corresponda. Joan considera que con esa estructura no es como debe funcionar y nosotros lo respetamos. Lo que nos gustaría es que llegara a un acuerdo con sus socios de gobierno.

—En estos días en el Parlament balear se oye mucho hablar de desescalada y de ocio nocturno. ¿Cómo sería la desescalada que haría El Pi? ¿Qué solución le daría al ocio nocturno?
—Desde el momento en que tenemos unas buenas cifras de incidencia del virus porque hemos hecho un buen trabajo, porque hemos tenido las restricciones más duras de España, nosotros y los valencianos, venimos pidiendo que el gobierno de Armengol haga una desescalada progresiva pero que lo anuncie con tiempo, que no tengamos que esperar cada quince días al BOIB. El empresario no tiene que esperar cada quince días para saber si tiene que comprar género para la terraza o para el interior. El empresario debería tener un calendario de cómo se va a hacer esta desescalada y no hacerla de quince días en quince días a golpe de BOIB. Lo mismo para el ocio nocturno. Entendemos que el ocio nocturno, que en estos momentos es el sector que continúa cerrado, se tiene que abrir. Se están dando las condiciones. Se pueden y se tienen que hacer pruebas piloto para empezar. Lo que no puede ser es que Ibiza en julio y agosto no tenga ocio nocturno, porque es uno de los atractivos que tenemos en la isla.

—Las islas siguen estando en ámbar en el semáforo covid del mercado británico. Para Ibiza es el principal mercado emisor. ¿Cree que desde el Govern se han hecho bien las cosas o ha faltado diplomacia?
—Esto es un asunto geopolítico. El brexit nos ha perjudicado en demasía y los británicos quieren marcar territorio fuera de la Unión Europea y lo estamos padeciendo los territorios que hemos trabajado bien el tema de la desescalada, que tenemos unos índices virológicos buenos, que somos atractivos, porque alemanes, italianos y franceses vienen, pero los británicos marcan territorio. Debería haber un esfuerzo diplomático del Gobierno central, pero aquí también debería estar el Govern de Armengol, para que se diferencien los territorios. No es lo mismo Madrid que Ibiza, y en estos momentos para Londres es lo mismo Madrid que Ibiza. Madrid tiene unos índices, Madrid no ha sufrido lo que hemos sufrido nosotros para estar donde estamos y esta gente debería poder venir. Que no vaya a Madrid, que no vaya al País Vasco, que lo están pasando en estos momentos peor que nosotros, pero que puedan venir a Ibiza porque nosotros estamos bien.

—Los datos ponen a Baleares a la cola de España en cuanto a vacunación. ¿Se están haciendo bien las cosas en las islas?
—No. El tema de la vacunación no se hace bien ni en Baleares ni en España, ni en Mallorca ni en Ibiza. Aquí estamos a la cola de todo, pero es que no hay vacunas. Y nosotros, desde el primer día pedimos, que los territorios que vivimos del turismo estuviéramos vacunados al 70% ya en el mes de junio, y estamos al 40%. Y en Ibiza están aún por debajo de este 40% y esto es inconcebible. Si tenemos unos buenos índices de incidencia nos falta completarlo con la vacunación, y se debería trabajar más al respecto. Aparte está el tema sanitario. Está claro que con la vacuna hay menos muertes. Aquí se ha equivocado el gobierno Armengol no siendo más exigente, no pidiendo más a Madrid.

—Si ahora mismo usted fuera la visagra para la gobernabilidad de Baleares, ¿tendería hacia la izquierda o hacia la derecha?
—Yo tendería hacia Baleares. Nosotros no pactaremos con derecha o con izquierda, nosotros pondremos nuestro programa sobre la mesa y habrá unos acuerdos para Baleares. Y el que nos dé esos acuerdos será el que gobernará.