Imagen de la rueda de prensa de los responsables del Grupo de Acción Local LEADER . | Marcelo Sastre

Este jueves tuvo lugar en Can Marines una rueda de prensa en la que el Grupo de Acción Local LEADER presentó las actividades realizadas en materia de conservación y promoción de las variedades tradicionales de Ibiza y Formentera durante el año 2020.

Recuperación
Marta Mallach, técnica de recuperación y conservación de variedades locales explicó que se ha llevado a acabo una profunda renovación del banco de semillas, en el cual actualmente albergan 77 variedades pitiusas, de las cuales se han renovado un 90% de las semillas y se han llegado a caracterizar un 64 %.

Una de las acciones de mayor relevancia ha sido incluir veinte variedades locales en el Catálogo de variedades de interés agrario de las Islas Baleares y enviar siete variedades de interés comercial al Registro de variedades de conservación del Ministerio de Agricultura, lo cual tiene como consecuencia la protección de la denominación de estas variedades respecto a apropiaciones indebidas que eventualmente puedan hacer casas comerciales, así como la posibilidad de la venta legal de plantel de las mismas. De esta manera, nadie podrá hacerse con el nombre comercial de la lletuga blanca o la tomata cor de bou.

Otro de los logros conseguidos por el LEADER ha sido recuperar 10 variedades tradicionales que hasta ahora hacían equilibrios en el limbo de la desaparición. Entre ellas se encuentran la xíndria rallada o la mongeta greixet.

Caracterización
No basta con tener las semillas, sino que para proteger y garantizar la supervivencia de estas variedades tradicionales deben ser debidamente caracterizadas. En este sentido, durante el 2020 se han llevado a cabo ensayos para profundizar en el conocimiento agronómico de las mismas, orientados a mejorarlas, conocer su productividad y su capacidad de resistencia frente a plagas y enfermedades. En total, se han caracterizado 49 variedades locales y ya se está trabajando en la caracterización de otras 28 variedades más.

Mallach argumentó la necesidad de apostar por la conservación de las variedades tradicionales por su adaptación al medio y por la conservación de las texturas, aromas y sabores respecto a otras variedades homólogas que provienen de fuera y que pasan días encerradas en cámaras en las que incluso pierden buena parte de sus beneficios nutritivos.
Una de las variedades tradicionales más valoradas es el meló eriçó por su extraordinario dulzor y su característico sabor. A finales de este mes ya se podrán empezar a encontrar a la venta, aunque esta variedad presenta un inconveniente que en el Grupo LEADER están tratando de combatir: su rápida maduración y su pronto cuarteo. Estamos ante un melón tan exquisito como delicado y ello provoca que algunos agricultores o comerciantes no se atrevan con él por la fugacidad de sus buenas condiciones. Por esta razón, en Can Marines han realizado un ensayo para estudiar las causas de esta circunstancia y como combatirla, por el momento sin resultados concluyentes.

Del mismo modo, se han hecho otros ensayos con otras variedades con buena salida comercial. En concreto, se ha trabajdo con diferentes pies injertados para comprobar sus efectos en la producción de la pebrera blanca, se ha realizado un estudio del calendario y producción de la col payesa y se ha avanzado en el estudio del ciclo de cultivo y susceptibilidad frente a plagas de las cuatro lechugas ibicencias (blanca, negra, azul y cama-roja), que muy pronto se encontrarán diferenciadas en los mercados, junto con las otras variedades tradicionales que ya gozan de etiqueta propia: meló eriçó, pebrera blanca, col pagesa, ceba vermella y tomata de penjar.

Una de las novedades entre las acciones llevadas a cabo ha sido el estudio de interés agrario de las diferentes legumbres tradicionales como las cinco variedades pitiusas de guisantes, el garbanzo payés y la cebada payesa (ésta enfocada al forraje para animales).
Finalmente, ahora mismo se está avanzando en el estudio para el conocimiento del efecto antioxidante del pimentón proviniente del citró de matances. Este pimentón es el que tradicionalmente era usado por los payeses de antaño para ser añadido a la sobrasada y a la botifarra como conservante, junto a la sal y la pimienta negra.

Promoción
Otro de los trabajos imprescindibles que ha llevado a cabo el Grupo LEADER ha sido la promoción de estas variedades en colaboración con el Consell d’Eivissa. De este modo, Marina Morán, técnica de promoción de variedades locales y Joan Marí, director insular de medio rural y marino dieron a conocer el éxito de las diferentes campañas realizadas como ‘Això sí, és d’Eivissa’ o el etiquetaje individualizado de las cinco variedades tradicionales que se han podido adquirir en hasta 36 puntos de venta.

Una de las muchas pruebas de que la promoción está funcionando es el significativo aumento de tierras dedicadas al cultivo de variedades tradicionales. En concreto, en 2020 se ha experimentado un crecimiento de un 118% respecto al año anterior de espacios agrícolas destinados a la siembra de estas variedades. A modo de ejemplo, el año pasado se plantaron más de 10.000 ejemplares de ceba vermella.

El objetivo de la promoción de las variedades locales es aumentar su cultivo y consumo, además de su presencia en más puntos de venta para que sean accesibles para el consumidor. Como novedad, esta promoción va a continuar en 2021 incorporando catas de degustación y talleres en escuelas para que los más jóvenes sean capaces no sólo de identificar, sino de valorar los beneficios y ventajas de consumir producto local y variedades tradicionales.

Por su parte, Marí explicó que la pandemia ha supuesto una «oportunidad» en tanto que la gente se ha visto obligada a quedarse casa por mor del confinamiento lo cual les ha llevado tener tiempo para cocinar y descubrir la importancia del consumo de producto local. El también presidente del Grupo LEADER aseguró que la pandemia ha supuesto un revulsivo en cuanto a la escasa capacidad de autoabastecimiento que tienen Ibiza y Formentera y advirtió que todavía «hay mucho margen para crecer en el mercado local» y que «ser poco autosuficiente es un riesgo», animando con ello a los jóvenes a que se formen y vean en la agricultura una alternativa laboral sacrificada pero muy satisfactoria.

Del mismo modo, el que fuera presidente de AgroEivissa constató un aumento en el cuidado del campo que podría suponer un punto de inflexión que invirtiera la tendencia de abandono inexorable que hasta