Un bar de Ibiza durante las restricciones por la pandemia. | Irene Arango

Baleares cerró el primer trimestre de 2021 con una caída del PIB del 19,9% respecto del mismo periodo del año anterior, según revela el informe de coyuntura ‘Evolución Económica’ que hizo público ayer la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), Carmen Planas.

Con este comportamiento, las islas suman tres trimestres consecutivos de moderación de la carga negativa, apoyados en una mejora del porcentaje de indicadores de actividad representativos que se aceleran y la consolidación de los que ya han devuelto su evolución al terreno positivo.

De acuerdo con el informe de CAEB, los indicadores de actividad más recientes muestran dos tendencias claras: una progresiva aceleración que se ha extendido entre todos los componentes de oferta, que no ha impedido que la caída de la actividad respecto a los niveles previos a la pandemia siga siendo muy abultada, y unas expectativas de normalización más inminentes en la industria y la construcción que en los servicios.

Por islas, Menorca, gracias a un mejor comportamiento en el control sanitario y a su mayor diversificación productiva anotó, de nuevo, la menor contracción de la actividad.

Concretamente, la estimación avance para el primer trimestre indica que la economía menorquina retrocedió a un ritmo interanual del 17,3%, un balance menos desfavorable que los de Mallorca, con un 20,1% de retroceso, e Ibiza y Formentera, también con un 20,1%.

Según CAEB, ante el inicio de la desescalada, el tejido empresarial se encuentra trazando un plan de actuación de cara a los próximos meses. La patronal apunta que la evolución de las economías del mundo más avanzadas en este proceso confirma que es posible basar una recuperación sólida con tres factores: el apoyo a las rentas desde estímulos fiscales, la reapertura de la actividad y la aceleración del ritmo de vacunación.

La presidenta de CAEB señaló que «los datos no se pueden interpretar de otra manera que como unos datos duros», porque manifiestan una caída del 19,9% que se superpone al descenso del 4,5% que ya registró la economía balear en el primer trimestre de 2020».