Ibrahim Gueye, del souvenir Oh! Bongo.. | Toni Planells

Los comerciantes de Playa d’en Bossa esperan a la apertura de discotecas y a la llegada del turismo británico para poder reconocer algo de normalidad en esta temporada que no acaba de arrancar.

Las calles de la zona se encuentran casi desérticas y solo algunos de los negocios, que en épocas normales ya albergarían el frenesí propio de la temporada de verano, se han atrevido a arriesgarse a abrir sus puertas. La mayoría mantienen la verja bajada.

Souvenirs

Uno de los negocios propios de este tipo de zona turística son los las tiendas de souvenirs. Como la que regenta Pep Torres desde el año 1989, Disco Merchandising. Abrieron ayer por primera vez este año, «abrimos casi por que nos obligan» comenta Torres refiriéndose a tener que sacar a sus dos trabajadoras del ERTE. No abandera un gran optimismo: «mejor que el año pasado seguro, si no sería terrible, pero no creo que lleguemos a trabajar más de un 20% de lo que trabajaríamos en circunstancias normales».

Pep Torres, de Disco Merchandising. Fotos: Toni P.

Si en temporadas normales abría la tienda de 9 de mañana hasta media noche ininterrumpidamente, ahora solo va a abrir tres horas por la mañana y otras cuatro por la tarde.

El perfil de cliente que solía tener es básicamente el mismo de las discotecas, que se hacían con alguna prenda de merchandising clubber de camino a la playa o a la fiesta. Ayer al medio día solo había vendido una pulsera: cinco euros. Su dependencia de las discotecas es evidente y no la oculta, «si las discotecas están a cero, nosotros estamos a cero», comenta antes de sentenciar, «en Playa d’en Bossa los monumentos que tenemos son las discotecas, los turistas no vienen a otra cosa». Sobre el tipo de turista que pasea estos días de temporada ante su acera también admite un cambio, «el turista holandés es muy bueno, como el francés o el alemán, pero no basta. A ver si empiezan a venir los ingleses, que aquí son la base», analiza Torres.

Ibrahim Gueye comparte gremio con Pep Torres, regenta la tienda de souvenirs Oh, Bongo desde hace 25 años. Esta temporada empezó para él hace casi dos meses, desde que abrió el primer día de mayo, «como no tenemos ayudas, abrimos pronto para tratar de sobrevivir» y reconoce que de momento está siendo muy floja, «no hay apenas turistas, hasta que lleguen los ingleses y abran las discotecas en esta zona no hay negocio». Sin embargo reconoce que estos últimos dos días nota algo más de movimiento «hay más holandeses y españoles», asegura. Al medio día de ayer apenas habían entrado cinco personas, y solo dos compraron algo «papel de fumar o alguna tontería de tres o cuatro euros».

Restaurantes

A la hora de comer, ni en Tío Pizza, ni en The Good Burguer, hay nadie sentado a la mesa. Christian Lania es uno de los responsables de la pizzería que han abierto por primera vez esta temporada el pasado día 6. Al ser su primera temporada no tiene referencias a la hora de valorar las pérdidas respecto a otros años, «esta zona es de las que más ha sufrido los efectos del Covid. Hasta que no abran las discotecas es muy difícil». Aún así se muestra optimista ante la mejora de la temporada: «Julio y agosto seguro que es mejor, solo hay que mirar arriba y ver que no paran de llegar aviones. A ver si viene gente más joven, que ahora vienen sobretodo familias y personas mayores».

Christian Lania de Tio Pizza.

Juan Carlos Moreno abrió la franquicia de hamburgueserías, The Good Burguer, que gestiona hace 10 días. «Flojo» es el adjetivo que le sirve para describir el panorama comercial que está viviendo estos días. No pudo abrir sus puertas el pasado verano debido a la pandemia, y el anterior fue el primero que abrió sus puertas, y lo hacía 24 horas al día. «Nuestro cliente es el que entra y el que sale de las discotecas, tiene hambre y se paran a tomar una hamburguesa. Cuando cerraba la discoteca era cuando se llena nuestro local», lamenta Moreno, ya que «ahora tenemos que cerrar a la misma hora que cierran los pubs, a las 2 de la noche, que es cuando nosotros haríamos caja».

Juan Carlos Moreno en The Good Burguer.

Rent a Car

Gregorio Juan regenta uno de los negocios más veteranos de la zona, el Rent a car Es Canar, que lleva cinco décadas abierto. Llevan con las puertas abiertas desde hace dos meses y Juan admite que en su sector están «trabajando medianamente bien, pero por que hay carencia de vehículos. Otros sectores están muy flojos». Cifra el rendimiento que están teniendo respecto a otras temporadas en un 20% menos y achaca la razón a la cantidad de hoteles que quedan por abrir, y a la carencia de turismo británico. Echa de menos al perfil del turista británico de familia. Confía en que la temporada acabe arrancando y que lleguen a abrir las discotecas, «a mi las discotecas me lo suponen todo», reconoce, «está claro desde siempre: Cuando abren las discotecas abrimos todos, cuando cierran las discotecas cerramos todos».

Gregorio Juan del rent a car Es Canar.