El presidente de AVAT, José Antonio Llano Marí. | Daniel Espinosa

«Estamos totalmente en contra de que se hagan este tipo de fiestas ilegales tanto en nuestras viviendas como en otras casas vacacionales ilegales que lo único que hacen es dañar la imagen del sector». Así de contundente se mostró ayer el presidente de la Asociación de Viviendas de Alquiler Turístico de Ibiza (AVAT, José Antonio Llanos, en relación a la proliferación de este tipo de eventos desde que se levantó el estado de alarma en la isla.

De cualquier forma, Llanos recordó que no todo evento que se celebre en una vivienda vacacional tiene que ser una fiesta ilegal. «Estamos en contra de toda fiesta ilegal, de estas fiestas en las que se cobra entrada y que aglutinan a un número de personas exagerado, pero sí que es cierto que hay clientes que alquilan nuestras viviendas para celebrar una pequeña comunión, un cumpleaños o una pequeña boda. Y creemos que estos clientes, respetando las normas de convivencia, el nivel de ruidos y la normativa sanitaria no se deben confundir con una fiesta ilegal, que ahora se pone todo en el mismo saco», insistió el presidente de AVAT.

Asimismo, señaló que este incremento en el número de fiestas ilegales que se está detectando se debe, principalmente, a las restricciones que se han aplicado al ocio nocturno. «Se deberían de haber flexibilizado mucho antes», subrayó, «porque en Ibiza es una oferta muy profesionalizada y hubiera sabido operar con las medidas que se le hubiesen impuesto. Las restricciones al ocio se han levantado muy tarde y estas fiestas ilegales han proliferado en demasía en comparación con otros años», insistió José Antonio Llanos.

Ante esta problemática en auge, el presidente de la AVAT ofreció «toda nuestra colaboración» a las instituciones para participar en «cualquier grupo de trabajo que se quiera crear o cualquier iniciativa que se quiera tomar» para aportar su opinión para una posible solución porque «estamos en parte perjudicados por estas actividades ilegales que se hacen en nuestras viviendas».

«Las medidas a adoptar son difíciles», recalcó, «por lo que insistimos en aportar nuestra colaboración para poder encontrar una vía que impida este tipo de fiestas». Unas medidas que no pasarían «como hemos escuchado, por prohibir los equipo de música, ya que se pueden alquilar, pero sí que hay que buscar algún tipo de medida legal para poder evitar este tipo de fiestas ilegales, las que se comercializan como tal, se cobra entrada, aglutinan a un número de personas elevado y a las que nos oponemos radicalmente», recalcó Llanos. «Es difícil pero creando estos grupos de trabajo, en los que nos gustaría participar, podríamos alcanzar algún tipo de solución», insistió.