Carmen Ferrer, durante el Pleno telemático de Santa Eulària.

El Pleno del Ayuntamiento de Santa Eulària aprobó ayer por unanimidad destinar 233.000 euros de remanentes a costear la instalación de una red para aprovechar parte de las aguas regeneradas que producirá la futura depuradora de Sa Coma. Dicho proyecto aprovechará el recorrido trazado por el Ministerio de Transición Ecológica, lo que supondrá un ahorro de casi 730.000 euros.

Hasta el planteamiento de esta propuesta por parte del Consistorio, este agua regenerada iba a ser vertida al mar en su totalidad. El concejal de Promoción Económica, Miquel Tur, aseguró que «es un proyecto de gestión eficaz y sostenible del agua que, al aprovechar la canalización que realiza el Ministerio, también supondrá evitar molestias a los vecinos con la realización de otra zanja».

Noticias relacionadas

La instalación ha sido acordada con el Ministerio y supone que el Consistorio podrá aprovechar la zanja de unos 4 kilómetros que se realiza para conducir el agua depurada desde Sa Coma hasta, aproximadamente, el paso elevado de Muebles La Fábrica.
Con estos 233.000 euros Santa Eulària asumirá el coste de los materiales y de su instalación, pero se ahorrará la obra civil, que correrá a cargo del Gobierno.

El Pleno aprobó a su vez la modificación de la ordenanza para reducir un 50% el coste de las autorizaciones de los puestos en mercadillos que no son de titularidad municipal. Este punto fue votado en contra por el Grupo Socialista, que cambió el sentido de su voto con respecto al mes pasado el considerar que se debían haber hecho más modificaciones. Sin embargo, según explicaron desde el equipo de gobierno, en el período de exposición pública no se presentó ni una sola alegación al texto.

Santa Eulària aprobó también por unanimidad una declaración institucional en defensa, desde el ámbito municipal, de los derechos de los colectivos englobados por el movimiento LGTBIQ+.