El centro de día de Can Raspalls permanece cerrado por el positivo de una trabajadora. | Marcelo Sastre

Desde que comenzase el proceso de vacunación, los trabajadores de los residencias de mayores han sido uno de los colectivos más reticentes a ponerse la vacuna contra la COVID-19. Medio año después de que empezase su turno, uno de cada cuatro profesionales en Ibiza todavía no está inmunizado al no haber completado la pauta, incluso muchos ni siquiera han recibido la primera dosis. Una situación que preocupa en la Conselleria de Asuntos Sociales.

Según los datos facilitados por el Govern este viernes las cifras de las tres residencias de mayores que gestionan son las siguientes. En Can Blai, el 77 % de los 106 trabajadores ha completado la paura; en Sa Serra la cifra desciende hasta el 70 % de un total de 106; mientras que en Can Raspalls, donde trabajan 111 personas, la inmunidad es del 74 %.
Unos datos que salen a la luz después de que el centro de día de Can Raspalls haya tenido que ser cerrado por días al registrarse un caso positivo en una de las trabajadoras que había rechazado ser vacunado.

Este contagio se dio a conocer el miércoles y el jueves el centro de día tuvo que ser cerrado tras aplicarse el protocolo. La residencia sigue funcionando correctamente, pero el centro de día permanecerá cerrado durante 10 días como dicta la normativa en estos casos. Además, todos los trabajadores y usuarios se consideran contactos estrechos, cerca de una veintena, y deben permanecer en cuarentena en sus domicilios hasta que tengan los resultados de las PCR y se pueda determinar que no han sido contagiados.

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Todos tienen derechos

La consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, se mostró este viernes contrariada por esta situación y por el rechazo que sigue habiendo dentro de este colectivo a recibir la vacuna. «Los trabajadores tienen derecho a no vacunarse. No les podemos obligar. Tienen ese derecho, pero tienen que ser conscientes de que su decisión puede afectar a otras personas. Por defender su derecho atentan contra los derechos de otras personas. Ahora, por culpa de este positivo habrá muchas personas perjudicadas que tendrán que pedir días libres o vacaciones para poder ocuparse de sus familiares», lamentó.

«El virus sigue con nosotros y está mutando. Debemos protegernos unos a otros, debemos ser conscientes de la situación que tenemos», insistió la consellera, que señaló que mientras que entre los trabajadores de Can Raspalls falta un 26 % por vacunarse, en el caso de los usuarios el 97 % ya está inmunizado.