Los controles a la playa de Benirrás vivieron ayer un día sin contratiempos. | Irene Arango

Este domingo por la tarde regresó el dispositivo del Ayuntamiento de Sant Joan para controlar los accesos a la playa de Benirràs. Una jornada que estuvo marcada por el intenso calor, la tranquilidad y la desilusión de muchos asistentes al conocer que no se celebraría la tradicional fiesta de los tambores al atardecer.

Desde ayer, todos los domingos de 15.00 a 23.00 horas hasta octubre se pondrá en marcha un servicio en el que participa Policía Local de Sant Joan, Guardia Civil y la empresa de seguridad contratada por el ayuntamiento. Según explicó a Periódico de Ibiza y Formentera la Policía Local, «si se llenan los tres aparcamientos de la playa se restringirá el acceso de todos los vehículos para impedir aglomeraciones y que si hay un problema puedan llegar hasta el lugar los vehículos de emergencia lo antes posible».

Así las cosas, hay dos controles. El primero está a unos cinco kilómetros de la playa, con tres miembros de la empresa de seguridad. En este se permitirá el paso hasta que los aparcamientos estén repletos. Entonces solo dejarán pasar a vehículos que acrediten tener una reserva en los restaurantes de la playa.

El segundo control está junto a los tres aparcamientos gratuitos y en él están Miguel e Irving Luis. «Dejamos pasar hasta que se completan las plazas de aparcamiento reguladas y cuando esto pase avisaremos arriba para decirles que solo pueden ir pasando cuando veamos que se quedan espacios libres».

Mientras, hay otra opción de acceder hasta Benirràs. Es pagar 3,80 euros por un ticket que incluye aparcamiento en Sa Plana e ida y vuelta en el autobús de Sagalés. «En teoría el trayecto se repite de forma circular cada 15 minutos pero viendo el público y el calor que hace, cuando hay unos 20 pasajeros emprendo camino», aseguró a este periódico Manuel, el conductor de este servicio que funciona desde las 17.30 horas hasta las 00.00 horas.

No a la fiesta de tambores
Otra función de los agentes de la Policía Local de Sant Joan es la de impedir las fiestas en la playa. «No están permitidos por ley ningún instrumento de uso acústico y eso incluye a los tambores para que en la medida de lo posible se sigan respetando las distancias de seguridad», aseguraron los agentes. De hecho, en caso de que alguien desobedezca la norma se le instará a que lo deje e, incluso, no se descarta que pueda ser sancionado.
Algo que decepcionó a muchos turistas extranjeros que poblaban la playa. Hanke, Thomas y Wilfrid, tres compañeros de estudios de Hamburgo habían llegado hasta allí buscando precisamente esta fiesta. «Nos habían hablado muy bien de ella y de su puesta de sol, lo habíamos visto muchas veces en las redes sociales y creíamos que después de un año muy duro sería genial acabar así nuestras vacaciones, así que nos vamos muy tristes».

Lo mismo que Gianinna y Roberta, dos italianas de Roma que a sus 25 años venían a Ibiza por primera vez. «Unos amigos nos dijeron que era de las cosas más hippies de Ibiza y por eso no queríamos volver a Italia sin haberlo vivido para contarlo todo».

Sin embargo, otros turistas, sobre todo españoles, veían positivo que no hubiera fiesta. Era el caso de Carlos y Vanesa, de Azuqueca de Henares. «Es una buena idea porque esta playa tiene muchos alicientes que no son una fiesta sin distancia ni control alguno y porque además, aunque muchos lo piensen, no hemos vencido aún al coronavirus».

Mientras, opinaban más o menos igual los barceloneses del municipio de Vic Miquel, Pepa, Tomeu y Gina. «Ya hemos venido muchos años aquí y la puesta de sol en Benirràs siempre ha sido impresionante con o sin tambores y lo que menos necesitamos ahora son nuevos brotes por una fiesta que, seamos sinceros, siempre acaba descontrolada».

«Mayor responsabilidad en las redes sociales y en los medios de comunicación»

Desde la Policía Local de Sant Joan se pidió ayer a través de Periódico de Ibiza y Formentera «un poco más de responsabilidad» en las redes sociales y los medios de comunicación para no difundir la fiesta de los tambores de Benirràs. «Están haciendo publicidad de algo ilegal que provoca aglomeraciones y descontrol cuando aún no hemos terminado con el coronavirus con riesgo alto de seguir generándose nuevos contagios y genera numerosos inconvenientes a vecinos, turistas y todos aquellos que trabajan en Sant Joan».