Una de las calles del West End en una imagen de julio de 2020.

Los locales de ocio y de restauración de la zona del West End de Sant Antoni y Magaluf tendrán restricciones de aforo y de ocupación en mesa, tras la reactivación del turismo británico, conforme acordó ayer el Consell de Govern.

Según explicó el conseller de Turismo y Trabajo y portavoz del Govern, Iago Negueruela, los establecimientos tendrán permitido un aforo máximo de 100 personas en interiores y 200 personas en terraza. En las mesas no podrán sentarse más de seis personas en el interior y de diez personas en el exterior. También se prohibe el uso de mesas altas y taburetes

La buena respuesta del turismo británico tras el paso de Baleares al color verde en el semáforo covid del Gobierno británico ha puesto en alerta al Govern. «Se hizo una excepción esta semana, ahora que no había gran afluencia de turistas en estas zonas. Una vez que comienza de una forma significativa el turismo creemos que tenemos que hacer una desescalada prudente en este sentido y por tanto hacer las mismas restricciones en unas áreas que otras», indicó Negueruela.

Estas restricciones de aforo y reunión en mesa ya se estaban aplicando hasta este momento en la zona del Arenal de Palma y en Llucmajor. «Hemos visto los buenos resultados que están teniendo estas restricciones en los espacios privados del Arenal y es por ello que ahora las hacemos extensivas a Sant Antoni de Portmany y Magaluf» explicó el conseller.

Respecto al horario de actividad, se establece que el cierre de establecimientos en estas zonas deberá ser a las 02.00 horas, excepto que la normativa municipal establezca unos horarios más restrictivos. Cabe recordar que recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) anuló la ordenanza municipal reguladora de la ocupación de la vía pública en Sant Antoni, que establecía el cierre de terrazas a medianoche.

Negueruela recordó también las prohibiciones que se establecen en el decreto 1/2020 contra el turismo de excesos, como son: la limitación de vender bebidas alcohólicas incluidas en un precio global (barra libre y todo incluido), la prohibición de vender alcohol en los comercios entre las 21.30 y las 10.00 horas y la de promocionar el consumo de bebidas alcohólicas y de cualquier tipo de práctica publicitaria que cosifique a la persona con el objetivo de atraer clientela.

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«Nuestro compromiso sigue siendo la permisividad cero con las actitudes incívicas que perturben la convivencia en estas zonas y perjudiquen la imagen de las mismas», advirtió Negueruela, que aprovechó para hacer un llamamiento a la ciudadanía «y en especial a los jóvenes» para que cumplan con las restricciones que se están imponiendo y a cumplir con las ordenanzas municipales respecto a los botellones.

Por parte del Ayuntamiento de Sant Antoni, su alcalde, Marcos Serra, apuntó que las restricciones «no se notarán demasiado», pero señaló que «el problema es que el decreto de excesos no sólo se aplican al West End sino a la mayor parte del casco urbano de Sant Antoni», con lo que afectará también a los restaurantes en cuanto a la reducción de ocupación por mesa de 12 a 10 personas, lo que consideró «un error». «Son establecimientos que llevan sufriendo los efectos de la pandemia meses y que ahora, una vez más, se encuentran con trabas para poder hacer su trabajo», señaló Serra.

Cambio de criterio

El pasado viernes el conseller de Turismo y Trabajo indicó en rueda de prensa que por el momento no estaba previsto establecer restricciones en la zona de Sant Antoni «para ver cómo se comportaban los distintos agentes implicados en dichas zonas».

Sin embargo, la gran afluencia de británicos a lo largo de este fin de semana a las Islas Baleares y la retransmisión en los próximos días de la semifinal y la final de la Eurocopa, competición que todavía juega Inglaterra, ha motivado «de modo preventivo» que se tomen estas medidas, según indicaron fuentes de la conselleria.

Entre los empresarios del West End la medida ha sido acogida con cierta indiferencia, dado que la mayoría de los locales tienen licencia de discoteca o sala de fiestas, con lo que de momento no tienen permitida la actividad. Por otra parte, para los establecimiento que pueden ejercer su actividad, la restricción de aforo a 100 personas en interiores y 200 personas en la terraza no supone un gran impacto al tratarse en su mayoría de locales pequeños sin apenas espacio en el exterior.