Una de las fiestas ilegales multitudinarias celebrada en Can Tomàs.

El sector del ocio nocturno reglado manifestó ayer su total apoyo a la iniciativa que tiene previsto plantear el Consell d’Eivissa al Govern balear para poder sancionar de manera exprés a las viviendas turísticas que alberguen fiestas ilegales.

El gerente de Ocio de Ibiza, José Luis Benítez, destacó la necesidad de trabajar toda la sociedad unida para acabar con este «lacra». «Estamos viendo la cantidad de contagios que hay con el ocio nocturno cerrado», señaló, «y lo único que funciona son fiestas ilegales en viviendas turísticas, festivales en playas y botellones». Unas actividades que «si no somos capaces de parar, nunca vamos a salir de esto».

Y es que con los pésimos números de contagios que se están dando en las últimas fechas el gerente de la patronal del ocio nocturno llegó a poner en duda incluso que se les permita la apertura de los establecimientos, prevista para el 26 de julio por el Govern balear. «O se lo toman en serio y paramos esto o esto ha venido para quedarse», sentenció. Por el momento el Govern no ha variado su decisión de permitir la apertura del sector.

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Por su parte el presidente de la Asociación de Viviendas de Alojamiento Turístico de Ibiza (AVAT), José Antonio Llano, calificó de «acertado» que se tomen este tipo de medidas y se intente legislar de qué manera poder intervenir en una fiesta ilegal que se pueda realizar en una vivienda vacacional «y siempre que se demuestre, a la hora de sancionar, que ha habido colaboración por parte del propietario o comercializador porque muchas veces, aunque no queramos, se producen este tipo de fiestas en nuestras viviendas». Desde la asociación, según explicó, «siempre pedimos a nuestros propietarios y comercializadores que sean los primeros en denunciar este tipo de actividades porque no son una buena imagen».

De todos modos, destacó que esta medida «es para actuar en viviendas legalizadas, y no se está poniendo el foco en que la mayoría de estas fiesta se producen en viviendas ilegales o alegales». Unos inmuebles, que, al no ser considerados viviendas turísticas, va a seguir siendo el foco del problema puesto que la policía seguirá sin poder entrar y no se podrá emitir ningún tipo de sanción en materia turística.

Llano quiso dejar también claro que muchas de las viviendas legalizadas son utilizadas por los clientes para celebrar pequeños eventos como bodas, cumpleaños o comuniones «y esto no hay que confundirlo con una fiesta ilegal».