Exterior de la sede del Museo Arqueológico de Eivissa y Formentera, en Dalt Vila. | Daniel Espinosa

Un cartel de color óxido sobre la fachada de piedra identifica la sede del Museo Arqueológico de Eivissa y Formentera (MAEF) junto a la catedral de Santa María en Dalt Vila. Sus puertas llevan cerradas desde 2010, cuando los problemas de filtraciones de agua y estructurales hicieron insostenible la conservación de las piezas que albergaba.

La página web del museo anuncia el «cierre temporal por reformas», que ya supera la década. A lo largo de este tiempo han ido surgiendo diferentes proyectos para su reapertura, primero mediante unas obras menores que no se llegaron a impulsar, ya en 2015 se informó de una reforma con un coste de 1,5 millones de euros que se quedó en anuncios e intenciones y ahora se trabaja desde el año pasado en un ambicioso proyecto, pero que presenta cierta complejidad técnica.

El Ministerio de Cultura encargó a finales de 2019 la redacción de un proyecto básico y de ejecución de 3,8 millones de euros que implicará una ampliación del museo, cuyo espacio expositivo pasará 192 m2 a 703 m2.

Para poder multiplicar por tres el espacio disponible se diseña un enlace entre el edificio de la Universitat, donde hasta ahora se ubicaba esta sede del museo, hasta el baluarte de Santa Tecla. Allí se excavará la zona de relleno del baluarte y, por otra parte, se creará una entreplanta bajo el edificio de la Universitat.

El proyecto incluye un importante trabajo en materia de accesibilidad mediante la incorporación de dos ascensores que comunican el 95% de los espacios expositivos.

Un trabajo delicado

La obra presenta una importante complejidad al situarse una parte del museo encajonado entre las murallas renacentistas.

«Ahora mismo estamos trabajando con aspectos puramente técnicos de la ampliación», indicó el conseller de Cultura, Miquel Company, «que supondrá que la sede del museo crezca hacia abajo sin poner en riesgo la muralla, con lo cual se trata de un trabajo complejo».

El conseller se reunió la semana pasada con el Ayuntamiento para coordinar las actuaciones y asegurar que se cumple con todos los aspectos normativos previos a la ejecución. Según indicaron desde el Ayuntamiento, el proyecto no tiene todavía toda la tramitación Patrimonial, precisamente por el hecho de ubicarse en un punto delicado como es el baluarte de Santa Tecla.

«Tanto el Ayuntamiento como el Govern compartimos esta visión de que es necesario redimensionar el museo sin perjudicar a las murallas y tenemos la máxima voluntad de poner en marcha este proyecto en un edificio municipal con inversión estatal, con lo que el Govern tiene un papel catalizador en el proyecto», apuntó Company.

Con la reforma también se pretende que el museo se pueda convertir en un centro de referencia «que pueda estar abierto al público lo antes posible», aseguró, «se trata de un museo que ha estado demasiado tiempo cerrado».

La rehabilitación y ampliación de la sede de Dalt Vila del Museo Arqueológico tiene partida presupuestaria en los Presupuestos Generales del Estado de 2021.

En la partida presupuestaria se hace una proyección de gasto entre 2021 y 2023. Faltará ver si a la tercera va la vencida y se reabre el museo, por fin, 13 años después de su cierre.