Prueba piloto del ocio nocturno celebrada en Ibiza. | Marcelo Sastre

«No nos planteamos abrir las discotecas por el momento». Así de clara fue Mercedes Garrido ayer. La consellera de Presidencia, en un clima de restricciones, frenó la ilusión de un sector que había visto como al inicio del verano, en plena desescalada, parecía que llegaba su turno.

El gerente de Ocio de Ibiza, José Luis Benítez, no ocultó su decepción ante una noticia en cierta medida esperada: «Ya teníamos claro que no íbamos a poder abrir el día 26 con el repunte de casos y no nos queda otra que esperar una nueva oportunidad, pero es cierto que cada vez tenemos menos opciones de abrir».

Benítez, señaló que con estas restricciones la situación se alargará mínimo hasta mediados de agosto y eso hace que las opciones de abrir para las empresas del sector son «prácticamente nulas».

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«Lo entendemos porque creemos que lo primero es la salud. Nos da mucha pena que muchísima gente sigue diciendo que la culpa es del ocio, cuando el ocio está cerrado. Lo que está abierto son las fiestas ilegales y los botellones. Hay empresas que están haciendo cosas que no están en su licencia. Nosotros somos convidados de piedra, pero estamos pagando el pato», lamentó.

«Lo primero es la salud, aguantaremos y esperaremos nuestro momento. Volveremos, no sé si este año o el año que viene. No tenemos otra opción. Lo primero es lo primero y ojalá todos miraran por el interés general como lo ha hecho el ocio en la isla de Ibiza», añadió Benítez.

Por último, el gerente de la asociación aplaudió las nuevas medidas del Govern para perseguir las fiestas ilegales y los botellones: «Creo que era algo muy necesario. Nos falta que Govern y Consell se pongan de acuerdo para poder entrar en las fiestas privadas y controlar que todo el mundo cumpla las normas».