La ausencia de turismo por el covid no ha conllevado una mejora de la calidad de las aguas. F | Daniel Espinosa

La calidad de las aguas de baño de Ibiza ha disminuido «drásticamente» pese a la crisis del coronavirus, según el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation, que ayer explicó en un comunicado que el año pasado en el 25,5 por ciento de los muestreos realizados se registró al menos un caso de contaminación fecal, el doble que en 2019.

Comparando los datos de la clasificación del Govern balear en relación a los años 2010, 2015 y 2020, según Ibiza Preservation se aprecia una disminución gradual de la calidad de las aguas de baño en Ibiza. Si en el año 2010 las aguas analizadas en 40 puntos de la costa pitiusa fueron clasificadas con la categoría de «excelente», dicha calidad ha ido menguando a lo largo de la década.

En 2015 eran 38 puntos de muestreo los que presentaron aguas «excelentes» y un lustro después, en 2020, la cifra bajó al 65 por ciento y sólo en 26 de los 40 puntos de muestreo las aguas se calificaron como «excelentes».

Además, 12 puntos de muestreo ofrecieron aguas «buenas» y tres mostraron aguas de calidad «suficiente». Según la entidad, el deterioro en la calidad de las aguas de baño ha sido continuo en la última década y representa una caída del 35 por ciento.

Sant Antoni es el municipio con mayor pérdida de calidad y ésta ha disminuido también en tres de los puntos de muestreo del municipio de Ibiza, en la playa de Talamanca y en ses Figueretes.

Por municipios
En relación a Sant Antoni, éste fue el municipio con mayores pérdidas cualitativas registradas en cuatro localizaciones. De éstas, dos se encuentran en la zona de la bahía y muestran una calidad «suficiente»; otra se encuentra en Cala Gració y la otra en Caló des Moro. En Santa Eulària hay dos zonas de baño cuya calidad ofrecida fue «buena» en lugar de «excelente»: Platja des Riu y Cala Pada.

Por su parte, en las zonas muestreadas del municipio de Sant Joan la calidad de las aguas disminuyó en tres puntos de muestreo: en el Port de Sant Miquel, Portinatx y s’Arenal Gros, mostrando una calidad «buena» de las aguas.

En Sant Josep había tres zonas catalogadas como «buenas»: Playa des Pinet, Bahía de Sant Antoni y Cala Vedella. Desde Ibiza Preservation han explicado que la contaminación puntual por fecales en las aguas no se ve reflejada en esta clasificación.

La coordinadora técnica de la entidad, Inma Saranova, destacó ayer que para analizar la calidad de las aguas de manera precisa es preferible atenerse a los muestreos individuales realizados en las playas durante 2020. En este sentido, el año pasado se tomaron muestras en 43 puntos de baño de las Pitiusas y, de ellos, 12 ofrecieron valores superiores a los permitidos legalmente debido a una contaminación puntual por bacterias fecales. En estos casos, en estas zonas de baño se recomendó no bañarse en una o más ocasiones a lo largo del periodo estival de 2020.

«Es llamativo que en un año en el que hubo un parón sin igual del turismo, y por tanto de la presión humana y de la actividad económica, la calidad de las aguas haya sufrido un descenso tan significativo», afirmó la coordinadora del Observatorio, quien ha considerado que probablemente la insuficiencia de las infraestructuras actuales pueda influir «ya que muchas de estas situaciones se dan después de episodios de lluvias».

Por todo ello, desde el Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza Preservation han instado a las administraciones a estudiar e identificar de forma rigurosa y científica las causas de la disminución de la calidad de aguas de baño en la isla de Ibiza.