Una de las piscinas de Casa Lola.

1 El Ayuntamiento decreta orden de demolición de las obras ilegales

En el año 2010 el Ayuntamiento de Sant Josep decretó una orden de demolición sobre las obras ilegales detectadas en Casa Lola, que consistían en ocho volúmenes de planta baja con una superficie total de 933 metros cuadrados, 342 metros cuadrados de terrazas cubiertas, 414 metros cuadrados de terrazas descubiertas, dos piscinas, una cisterna y diversos muros y cierres interiores.

2 El Consistorio decreta una segunda orden de demolición de otras obras ilegales detectadas en la finca

En enero de 2011 el Ayuntamiento de Sant Josep decretó orden de demolición sobre una segunda tanda de construcciones ilegales que se habían ejecutado o se estaban ejecutando en el interior de la finca y que ocupaban una superficie aproximada de 400 metros cuadrados. Concretamente eran una piscina y la terraza anexa, un porche, dos edificaciones de 50 metros cuadrados, los cimientos de una construcción de 30 metros cuadrados y dos edificaciones en forma de ‘L’ con una superficie de 200 metros cuadrados.

3 Nuevo expediente de disciplina urbanística

En el año 2013 el Ayuntamiento de Sant Josep volvió a abrir un nuevo expediente de disciplina urbanística a la propiedad de Casa Lola, caso que llevó a la Fiscalía y, posteriormente, a los juzgados.

4 Los Tribunales avalan las órdenes de derribo decretadas por Sant Josep

En el año 2018, y tras diversas sentencias judiciales que daban la razón al Ayuntamiento de Sant Josep en su afán por devolver a la legalidad urbanística los terrenos de Casa Lola, el Tribunal Superior de Justicia de Baleares confirma las diferentes sentencias en primera instancia que avalaban las demoliciones decretadas por el Consistorio.

5 Casa Lola se convierte en una fuente inagotable de irregularidades

Durante todo el proceso judicial para avalar las órdenes de demolición, Casa Lola continuaba con su actividad que, en numerosas ocasiones, resultaba más que molesta para los vecinos de la zona por la celebración de fiestas ilegales. En los últimos años, y especialmente en los meses de verano, la Policía Local se ha tenido que personar en el complejo turístico para levantar acta sobre multitud de denuncias de ruidos a altas horas de la madrugada. Unas fiestas ilegales que han tenido más repercusión mediática desde el año 2020, ya que a la actividad molesta para los vecinos se le sumaba las continuas infracciones a la normativa anti covid que regía, y todavía rige, por la pandemia