Jessica Expósito ha impartido una ‘master class’ este fin de semana. | Daniel Espinosa

Se hizo conocida para el gran público gracias a Operación Triunfo, pero Jessica Expósito (Puigcerdà, 1978) ya tenía detrás una importante carrera en el mundo del fitness. Graduada en Magisterio y especializada en Educación Física, Expósito estaba llamada a impartir clases, sí, pero no a los más pequeños. Hoy es una reconocida profesora a nivel internacional de disciplinas como el zumba. Sus alumnos son, sobre todo, otros profesionales. Ha logrado cosas tan sorprendentes como que el flamenco sea la banda sonora de sus clases y, debido a la pandemia del COVID-19, se ha convertido también en instructora online para alumnos de todo el mundo. Expósito conoce bien Ibiza y vuelve cada vez que puede para impartir alguna master class y compartir tiempo y ocio con profesionales del sector afincados en la isla. Considera que tanto Ibiza como Formentera tienen una oferta muy atractiva para los amantes de estas disciplinas deportivas y anima a todos a practicarlas porque, recuerda, «hacer deporte hace que te sientas mejor y que te suba la autoestima».

—¿Qué tal ha ido la ‘master class’ de Ibiza?
—Yo he venido muchas veces a Ibiza. Recuerdo haber estado actuando en Vara de Rey con haciendo batuka. La verdad es que, como todo el mundo, soy una enamorada de la isla. Y he venido casi cada año. Tengo, además, muchos amigos aquí. Y, en esta ocasión, hicimos una master class de zumba. También hemos impartido otra clase con Daniel González, que es experto en fitness. Y, además, otra de XT29. Lo hemos hecho durante el fin de semana y la verdad es que ha ido muy bien. Es algo muy sano y divertido. Es música, baile, ejercicio... Creo que la gente salió muy satisfecha y contenta.

—Usted también está en estos momentos impartiendo clases fuera de España.
—Sí, yo me dedico a la formación de instructores. Con la pandemia no hemos podido viajar tanto, pero la verdad es que llevo viajando para impartir clases desde los 18 años. Cuando empecé se llevaban mucho el aerobic y el step. Después, con mi hermano, creamos la batuka. Esto duró como unos cinco años. También trabajé para Operación Triunfo, he sido embajadora de Reebok... Ahora llevo siete años con la zumba y soy Zumba Education Specialist. Somos los que impartimos los cursos de formación. Aparte, también me contratan para dar clases a instructores o a apasionados de la música, del baile y del ejercicio.

—Desde fuera se puede pensar que cualquiera puede impartir este tipo de disciplinas. Pero usted tiene una formación, incluso, universitaria.
—Sí, yo hice Magisterio de Educación Física y luego me especialicé en fitness. Me formé mucho en distintas especialidades y escuelas, tanto de España como de fuera. Con los años, trabajé en estas escuelas para impartir lo que había aprendido. Me gusta mucho la formación, enseñar a los demás instructores, ver cómo aprenden, cómo evolucionan... También me ha ayudado mucho el haber viajado tanto y ver lo que se hace en otros países.

—Sí, pero tendemos a infravalorar a los instructores cuando, en realidad, pasan procesos de formación duros.
—Sí, eso es así. Además, cuanta más formación, mejor. Es cierto que, como en todos los trabajos, hay gente más formada y gente menos. Pero, cuanto más aprendas, más conocimiento y más profesionalidad puedes aportar a tu trabajo. De todos modos, a mí, personalmente, me gustaría que la gente se formara todavía más. La formación, al final, es lo que te hace ser un buen instructor.

—Para usted ‘Operación Triunfo’ fue importante, pero entiendo que llegó al programa porque, a la vez, ya era relevante en este sector.
—Sí, es verdad. Como ya la he dicho, empecé muy jovencita en el mundo del fitness. A ellos les interesó lo que hacía, el hecho de que viajara tanto por mi profesión... Piense que en aquellos momentos no existían las redes sociales, solo la web. Y gracias a eso habían visto que yo había participado en eventos en países como China y les llamó la atención. Además, mi hermano había sido el entrenador en el programa de TV Hotel Glam y yo había ido alguna vez. En el mundo del fitness ya se nos conocía. Pero es verdad que Operación Triunfo fue una ventana a todo el mundo para mostrar nuestro trabajo. Nos ayudó mucho.

—¿Hay lugares en los que hay más interés por estas disciplinas deportivas?
—En ciudades como Madrid y Barcelona hay mucho movimiento. Sobre todo, en Barcelona, que en este sentido es una ciudad bastante pionera. Pero, con la pandemia, mucha gente ha descubierto lo bueno de hacer deporte. Y, por otro lado, hay que tener en cuenta que no es lo mismo una gran ciudad que, por ejemplo, un pueblo.

—Una de las consecuencias de la pandemia del COVID-19 es el efecto tan negativo que está teniendo sobre la salud mental. ¿Cómo pueden ayudar disciplinas como la zumba a alguien que se ha visto afectado por los encierros, la falta de relaciones sociales...?
—Puede ser muy positivo. La zumba trabaja con la música y la música provoca emociones. Bailamos música muy alegre o música que te hace sentir. Asociado al movimiento, a la liberación de endorfinas, va muy bien. Cuando uno hace deporte, se siente mucho mejor. Más ágil, más flexible... Todo esto provoca bienestar. Puede ser con zumba o con otros ejercicios. En general, el hacer deporte hace que te sientas mejor, que te suba la autoestima. Con la zumba, además, te sube la alegría por el tema de la música. Es verdad que hay entrenos un poquito más duros, pero el baile es un ejercicio disfrazado. No te das cuenta de que estás haciendo ejercicio y, además, lo estás pasando bien. La verdad es que el deporte ayuda mucho mentalmente a la gente.

—¿Hay algún requisito especial para hacer zumba o es una disciplina apta para todos?
—Cualquiera puede hacerlo. Es para todas las edades y para todos los públicos. Es verdad que la mayoría de las alumnas son mujeres pero también hay hombres a los que les gusta el baile. De todos modos, si alguien tiene una patología, debe consultar antes con el doctor para ver si le recomienda la práctica deportiva.

—A veces uno piensa que el zumba o el aquagym son disciplinas deportivas más fáciles o menos duras. ¿Acaba uno igual de cansado que en otras disciplinas?
—Es igual [risas]. Lo que pasa que depende mucho de la intensidad que haya dado el profesor a la clase y de la intensidad con la que cada uno baile. Pero, en general, son clases en las que uno no nota que esté haciendo ejercicio. Es verdad que hay ritmos más rápidos, como el merengue, que acelera mucho las pulsaciones. O el reggaeton, que tiene pasos un poco más duros. Pero, ya le digo, todo depende del ritmo y de cómo haya diseñado la clase el profesor.

—¿Qué le parece la oferta de zumba y este tipo de disciplinas en Ibiza? ¿Es un buen lugar para esta práctica?
—La verdad es que sí. Como le he dicho antes, tengo aquí muchos amigos y yo he dado clases en la isla en muchos centros. También en Formentera. Y creo que sí que hay una buena oferta. Tienen alumnos de la isla. No sé si los turistas buscan, cuando están de vacaciones, estas clases. Yo, personalmente, no las dejo. Hemos estado aquí unos días de vacaciones pero también hemos entrenado porque lo necesitamos. Incluso en la habitación del hotel [risas]. Es una filosofía de vida y tu cuerpo la necesita.

—Para acabar, ¿se ha subido usted también al carro del deporte ‘online’ gracias a la pandemia?
—Sí, nosotros ahora hemos puesto en marcha, además de la zumba, una disciplina que se llama X29 (https://expositoxt29.com). Comenzamos en la pandemia y con alumnos de España. Ahora ya tenemos alumnos de varios países. Todos se conectan en directo para entrenar pero también pueden acceder a las clases cuando les va bien porque están en la web. La pandemia nos ha hecho descubrir los beneficios del deporte y que se puede practicar en cualquier lugar gracias a este tipo de clases online. Creo que esto es algo que ha llegado para quedarse y nosotros estamos combinando las clases presenciales con las clases online. Además, tengo muchos alumnos que gracias precisamente a esto pueden dar clases conmigo. De otra forma no podrían porque viven en otras zonas. Así que estoy contenta.