Un momento de la presentación que se celebró en Can Lluc este pasado fin de semana.

Este pasado sábado se celebró en el agroturismo Can Lluc un evento organizado por la Asociación de Apicultores de Ibiza en el que se presentó el intenso trabajo realizado para que este manjar se incorpore al catálogo de alimentos tradicionales de las Islas Baleares.
El evento estuvo presentado por el presidente de la asociación y a su vez ideólogo de esta iniciativa, Vicente Marí, quien contó con la atención del director insular de agricultura, Joan Marí; la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer; el concejal de Agricultura de Sant Joan, Marcos Colomar; la concejala de Hacienda de Vila, Estefanía Torres y la concejala de Agricultura de Sant Josep, Mónica Fernández. También fueron protagonistas los integrantes de Sa Colla de L’horta de Jesús, quienes danzaron e hicieron repicar las castañuelas en honor a la miel más singular de Baleares.

Marí agradeció la labor del FOGAIBA para la caracterización de la miel de Ibiza y descubrió ante el público las innumerables referencias históricas y literarias que existen de la miel de Ibiza desde el siglo XII que constatan que en la isla ya había «miel en cantidad suficiente». Estas referencias han sido incluidas en el informe de 266 páginas que se ha presentado para obtener este merecido reconocimiento que constituye tan sólo el primer paso en un camino que culminará con la Denominación de Origen Protegida de la miel de Ibiza «antes del próximo verano».

El presidente de los apicultores destacó que su objetivo es ambicioso, pero que están muy cerca de que la miel de ibiza sea «la séptima denominación de origen protegida de España». Recordó que en caso de otros productos han sido las administraciones públicas las que han concurrido con los costes y el esfuerzo que supone alcanzar este objetivo, pero que en su caso ha sido él mismo, a través de la asociación, quien ha emprendido este recorrido para conseguir que la miel sea el cuarto alimento de la isla que se cataloga, después del vino, el aceite y las hierbas, siendo el número 28 en catalogarse de las Islas Baleares.

Sus características
Ibiza cuenta con mieles monoflorales como la del trébol amarillo, la de frígola de Sant Joan, la de brezo y la de algarrobo. Para que puedan ser calificadas como tal, deben contar, al menos, con un 51% de polen proviniente de estas especies botánicas. A modo de ejemplo, los apicultores han obtenido muestras con un porcentaje del 76,9% del polen proviniente de trébol amarillo, así como muestras de otoño con un 81,3% de polen de algarrobo. De estos datos se refuerza la conclusión de que la miel de Ibiza no sólo es extremadamente singular, sino que debe contar con la consiguiente caracterización, protección y promoción, al «ser parte de nuestras señas de identidad».

Respecto a la producción se distinguen dos mieles: la de primavera y la de otoño, con un aroma, color y sabor completamente distintos. Marí advirtió de cierto declive respecto de la productividad de las colmenas a causa de las condiciones climáticas, dado que antaño se hacían tres recolectas de miel, mientras que ahora tienen suerte si llegan a hacer «una y media».

La Asociación de Apicultores de Ibiza concluyó en un estudio de oferta y demanda realizado en 2020 que el 78,5% de minoristas de la isla ofrecen miel de la pitiusa mayor. Además, según dicho estudio, un 10% de los consumidores locales manifiestan consumir igualmente miel de Ibiza.

El número de colmenas de los socios de la Asociación de Apicultores de Ibiza (115 socios) ha aumentado de 174 en el año 1989 a nada menos que 3.255 colmenas en la actualidad. Esta cabaña apícola representa el 23,75% de las colmenas de las Islas Baleares. En el año 2020, Ibiza produjo 12.600 kilos de miel con un valor de mercado de 315.000 euros, alcanzando el máximo histórico de producción desde que se tienen datos (1989). En tan sólo 10 años, la producción de miel en la isla se ha duplicado prácticamente. Actualmente, conviven en el mercado seis marcas comerciales de miel de Ibiza. Se ha contrastado que en mercado local, la miel foránea tiene un precio medio de 12,29 euros por kilogramo, mientras que la miel de Ibiza se comercializa a un precio medio de 25,54 euros por kilogramo, una diferencia muy significativa que avala la elevada reputación del producto.

Llamamiento
Vicent Marí dijo estar satisfecho con la situación de la apicultura en Ibiza, pero hizo un llamamiento para que apicultores jóvenes se sumen a esta actividad y decidan poner colmenas en el campo, algo que tendrá unos efectos colaterales muy positivos para el ecosistema dada la imprescindible labor de polinización que realizan estos pequeños pero vitales insectos.

El hecho de que haya más colmenas pero menos producción se debe a que «hay menos flores». En este sentido, expuso que las abejas vuelan 300 metros en caso de tener comida en abundancia y cerca, pero que pueden llegar a los cinco quilómetros si ésta escasea, lo cual supone una considerable reducción de la esperanza de vida de las abejas, pasando de un mes y medio a veinte días.

Para concluir, el presidente de los apicultores ibicencos pidió a los propietarios de fincas rústicas que permitan poner colmenas en sus terrenos y que se siembren más plantas tradicionales de nuestro entorno, en lugar de plantas alóctonas, dado que ello tiene consecuencias en el ecosistema y en la elaboración de miel