Un agente del servicio de vigilancia de la posidonia comprueba si un yate está bien fondeado.

El Servicio de Vigilancia de la Posidonia en Baleares ha incrementado notablemente este verano sus inspecciones a yates fondeados en Formentera, donde operan cinco de las 15 embarcaciones con las que cuenta la conselleria de Medio Ambiente y Territorio del Govern balear.

Si en el año 2019 se llevaron a cabo un total de 39.700 comprobaciones para vigilar que las anclas o las cadenas no pudieran dañar a las praderas submarinas de posidonia oceanica de Formentera, en lo que va de la presente temporada de 2021 este servicio ya ha efectuado algo más de 51.000 inspecciones en las aguas de esta isla, lo que representa un incremento del 28% en dos años. Este aumento se eleva hasta el 44% si se compara con la atípica temporada de 2020, en la que se realizaron 35.000 comprobaciones.

A pesar de la elevada cuantía de inspecciones, la inmensa mayoría de las embarcaciones cumple la normativa que preserva los fondos marinos, de forma que casi todas las comprobaciones en aguas de la Pitiusa menor revelan que los patrones de los barcos están “muy sensibilizados”, según el coordinador de este servicio en Baleares, Marcial Bardolet, lo que implica que apenas un 2% de las mismas se hayan visto obligadas a desplazarse a un punto de fono arenoso. «Este verano estamos viendo que hay mucha concienciación en Formentera; la gente respeta la posidonia y hay mucha sensibilización medioambiental por parte de los patrones».

El servicio de vigilancia de la posidonia, que precisamente se estrenó en Formentera, se extendió en 2017 a todo el archipiélago balear con 10 embarcaciones. En la actualidad ya son 15: las cinco de Formentera, tres en Ibiza, cinco en Mallorca y dos en Menorca. Su misión es velar por las praderas subacuáticas, que oxigenan el agua, le confieren su transparencia y generan un hábitat único en el Mediterráneo que se encuentra protegido las distintas reservas naturales de las islas.

La mayoría de los patrones conocen esta normativa proteccionista, especialmente los españoles, “aunque muchos extranjeros que alquilan barcos la ignoran, y es ahí donde tenemos que explicarles que deben cambiar su punto de fondeo si la posidonia se ve amenazada”, explica Bardolet.

En el conjunto de las Pitiusas, este servicio de la conselleria de Medio Ambiente ha efectuado -desde el 15 de mayo, cuando se inició la campaña, hasta el pasado 24 agosto- un total de 57.308 comprobaciones en barcos fondeados, de los cuales 1.218 se vieron obligados a cambiar de ubicación. A todos ellos se les facilita la información relacionada con la posidonia, que se recoge con toda amplitud en la web atlasposidonia.com (que también se puede consultar en inglés), desde la cual se puede descargar una aplicación con la cartografía completa de la fanerógama marina.

La conselleria también ha habilitado un número de teléfono (617 975 172) en el que tanto navegantes como ciudadanos son asesorados. Este teléfono está operativo todos los días de 10 a 18 horas, disponible para cualquier persona que presencie irregularidades en el fondeo de las embarcaciones. Asimismo, los patrones pueden recabar información a través del canal 68 de radio.

A estas herramientas de información y concienciación se añade el correo electrónico atlasposidonia@gmail.com, donde se pueden enviar datos sobre posibles daños, fotografías, coordenadas, nombre de la embarcación y eslora, además de la hora en la que se ha detectado.

Este sistema de denuncia, operativo en cualquier época del año, aunque la campaña finalice de forma oficial a finales de septiembre, permite agilizar las intervenciones de los agentes de Medio Ambiente, que desde que se inicia la temporada están coordinados con efectivos sel servicio marítimo de la Guardia Civil, Ports de les Illes Balears, Autoridad Portuaria de Baleares y los responsables de los parques naturales y reservas marinas, así como con las instituciones de cada isla: «Es una responsabilidad compartida», subraya Bardolet, que matiza que los expedientes de sanción y multas a los barcos infractores los tramitan los agentes de la Guardia Civil y de la conselleria de Medio Ambiente.