Carolina Escandell y Patricia Gómez, este miércoles en la sede del Consell d’Eivissa. | Marcelo Sastre

«En estos momentos, incluso contando con toda la sanidad privada, no tendríamos capacidad para dar salida a las listas de espera actuales». Así de tajante se mostró este miércoles la consellera balear de Salud y Consumo, Patricia Gómez, al analizar la situación en la que se encuentra la sanidad pitiusa.

Pese a lo preocupante de la situación, la consellera destacó que, durante la covid, se había conseguido reducir en un 37% la demora quirúrgica en el grupo de personas que llevan más de 180 días de espera para una intervención con respecto al año pasado.

Unos datos que tampoco invitan al optimismo porque «mientras tengamos una persona que esté esperando más de 180 días para una operación quirúrgica tenemos que estar encima de esta situación, porque es de justicia», aseguró Gómez.

Servicios al 100%

Para tratar de revertir la situación, Patricia Gómez señaló que se está trabajando en diferentes propuestas como «contar con los centros concertados sin ánimo de lucro y con los centros privados en cuanto a poder derivar actividad quirúrgica», además de «poner en marcha todos los servicios al 100%», algo que está previsto que suceda en el hospital de Can Misses a partir del 15 de septiembre con la apertura de los nueve quirófanos existentes.

En cuanto a las listas de espera en consultas externas, la consellera de Salud y Consumo reconoció que se habían incrementado en un 35% en lo relativo al número de personas, «pero ha disminuido la demora de más de 60 días un 34%».

«Independientemente del número de personas», insistió Gómez, «se está haciendo mucho hincapié en la demora, en que esperen lo menos posible», aunque reconoció que en este sentido «aún hay que hacer mucho trabajo».

Peonadas

Unas medidas que pasan por volver a implantar la actividad extraordinaria de los profesionales, lo que se conoce como peonadas, para tratar de reducir en la medida de lo posible las listas de espera.

El catalán como mérito

Por otra parte, Patricia Gómez también valoró las reclamaciones realizadas por los sindicatos médicos sobre el uso del catalán. En este sentido, destacó que «debe garantizarse» el uso del catalán por parte de usuarios y trabajadores de la sanidad pública y afirmó que «el idioma nunca ha sido un impedimento» para la contratación de profesionales, mucho menos en las categorías deficitarias.

«Todos tienen su tiempo», aseguró la consellera. «Pensamos también que es importante el fomento en positivo, dar facilidades a los trabajadores y pensar en que los usuarios puedan tener también el derecho a expresarse en una de las dos lenguas oficiales», subrayó.

Por su parte la consellera de Bienestar Social del Consell d’Eivissa, Carolina Escandell, recordó que el equipo de gobierno insular ya solicitó en su momento que el catalán pasase a ser un mérito en lugar de un requisito para acceder al empleo público.

«Esto no tiene que estar confrontado en ningún momento con garantizar el uso de la lengua catalana», explicó. «Es nuestra lengua y se tiene que garantizar su uso, pero hay una carencia importante de profesionales en el mundo sanitario y asistencial y habría que llegar a un equilibrio».

Escandell reconoció que desde la máxima institución insular «estamos preocupados con las dificultades que estamos teniendo para encontrar estos profesionales sanitarios y asistenciales» que avalen unas ratios de personal adecuadas «que garanticen la asistencia sanitaria y de los colectivos vulnerables a través de las entidades sociales».