Marta y Aina trabajaban este jueves para tener a punto el áula para el primer día de curso de sus alumnos en el CEIP Ses Planes, en Sant Josep. | Toni Planells

Los centros educativos de Baleares retoman este viernes la actividad con la vuelta a las aulas de 173.482 alumnos en el tercer curso covid, como ha definido el conseller de Educación, Martí March, el nuevo curso 2021-22. Son 3.113 alumnos más que en 2020, con un especial incremento en la Formación Profesional. Sin embargo, en el caso de las Pitiusas se produce un descenso de alumnos respecto al año pasado. En Ibiza, hay matriculados 20.142 estudiantes, 82 menos que en el curso anterior. En la pitiusa sur hay matriculados 1.213 estudiantes, 97 menos que hace un año.

No todos los alumnos iniciarán este viernes las clases, pues se ha establecido que los centros de más de 600 alumnos tienen cinco días para empezar el curso de manera escalonada. Los centros con menos de 600 alumnos tienen tres días para hacerlo.

Como se recordará, se mantienen casi todas las medidas preventivas frente a la pandemia del coronavirus, en particular la obligatoriedad de llevar mascarilla en todos los espacios, interiores y exteriores, de los recintos docentes.

Las principales novedades respecto al curso 2020-21 serán la presencialidad de las clases en todos los ciclos y la reducción de la distancia mínima entre alumnos de 1,5 a 1,2 metros, teniendo como circunstancia favorable que más del 90 % de los profesores y más del 50 % de los estudiantes de 12 a 16 años están vacunados con pauta completa. Todos los centros públicos y concertados tendrán filtros móviles para mejorar la calidad del aire, con una media de dos por cada tres aulas.

En cuanto a las ratios, el curso que empieza este viernes recupera las ratios legales (prepandemia) de máximo de alumnos por aula, fijadas en 20 en Infantil, 25 en Primaria, 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato y FP, si bien la Conselleria de Educación prevé medias de 18 en Infantil, 20 en Primaria, 25 en Secundaria y 28 en Bachillerato. Estas ratios serán mayores en la enseñanza concertada. Asimismo, se mantendrán los más de 600 profesores contratados el curso pasado.

Los preparativos

Los docentes han estado trabajando duro en estos días para tenerlo todo a punto este viernes y así empezar el nuevo curso. Los pasillos del CEIP s’Olivera durante la mañana de este jueves presentaban un ir venir de docentes, que entre todos iban ordenando y organizando cajas, preparando las clases y reuniéndose con padres y madres. Las aulas todavía tienen las sillas colocadas patas arriba sobre las mesas que durante la semana que viene se irán llenando de alumnos.

La directora del centro, Lola Ferrer, reconocía este jueves que «la preparación de este curso también está siendo complicada, pero no tanto como la del el año pasado». Y es que, tal y como explicaba Ferrer, «el año pasado nos dedicamos a ampliar espacios para poder desdoblar los grupos». Sin embargo, «este año recuperamos los espacios, ya que los grupos vuelven a ser tal como eran hace dos cursos», apuntó.

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De esta manera, de los 26 grupos que tenían el pasado curso durante el 2021/2022 serán 19, tal y como explicaba la directora del centro educativo, que también celebró los espacios que se han podido recuperar gracias a la reagrupación de los alumnos, y enumeró: «Recuperamos la biblioteca, el gimnasio, la sala de arte, también un espacio en el comedor en que montamos un aula, la sala de informática. Además, también tenemos que redistribuir mucho material y mobiliario», así no es de extrañar el trasiego de profesores que andan por los pasillos llenando y guardando cajas con distintos materiales.

Una de las restricciones más difíciles de asumir el curso pasado, tanto por el profesorado como por el alumnado, gira en torno a los grupos burbuja que impedían que los alumnos «hicieran lo que más les gusta, que es relacionarse entre ellos». Si bien los grupos pasan de 16 alumnos a 25, Ferrer explicó con resignación que «este año los grupos continuarán siendo burbuja». Esto implica que en los turnos de patio deberán estar los grupos separados, aunque al haber menos grupos este año serán dos los turnos de patio y no tres como obligaba el elevado número de grupos del curso 20/21.

En cuanto al comportamiento de los alumnos respecto a las estrictas normas del pasado curso, la directora lo definió de manera tan breve como clara: «¡Son unos cracks; lo hicieron genial!».

La jefa de estudios del CEIP s’Olivera, Maria Llenas, pone en valor la presencialidad en el colegio, que por normativa ha seguido vigente tanto el pasado curso como el actual. «Durante el confinamiento fue difícil, por que los alumnos necesitan el contacto, la presencialidad es para ellos emocionalmente imprescindible y celebro que este año se recupere en Secundaria». En este sentido, Llenas espera que durante el curso «se vayan relajando las medidas y poder volver a ser más lo que éramos».

Un deseo para el fin de este curso que formulan en común tanto la directora como la jefa de estudios gira en torno a la ya tradicional fiesta de fin de curso del CEIP s’Olivera, que el año pasado se celebró solo con los niños y retransmitida por streaming para las familias y esperan poder celebrarlo en condiciones normales.

En Sant Josep, el CEIP Ses Planes se preparaba este jueves para el segundo curso que se celebra en las nuevas instalaciones del colegio. Un colegio que se puso en marcha en 2016, en Ses Escoles Velles de Sant Agustí con dos grupos de tres años y uno de cuatro, y que el año pasado estrenaba instalaciones.

De esta manera, una nueva generación de 61 alumnos conocerán este viernes sus aulas durante el tiempo suficiente para hacer la adaptación, mientras que sus compañeros de tercero y cuarto de Primaria empezarán el curso con la jornada completa. La directora del centro, Laura Carrascosa, explicó este jueves que este año se ha abierto un grupo de tres años y habrá el primer grupo de cuarto de Primaria: «El colegio va creciendo conforme avanzan los mayores», precisó.

Con el flamante edificio, el espacio no supuso ningún problema durante el pasado curso a la hora de mantener las distancias entre los grupos burbuja ni de bajar las ratios de las clases, que el año pasado estaban entre 11 y 18 alumnos. Este año, la ratio más alta del colegio llega a los 22 alumnos, que son cifras «muy llevaderas», admitió Carrascosa, quien celebró que «ha sido un éxito este año los 61 nuevos alumnos de tres años, que repartiremos en tres grupos».

Así estas 61 nuevas incorporaciones suman este viernes unos 250 los alumnos del CEIP Ses Planes, número que se irá incrementando, al menos, durante dos cursos más hasta que los mayores al