Imagen de archivo de un autobús circulando por Ibiza.

El Ayuntamiento de Sant Josep y el Consell d’Eivissa vivieron este sábado un duro enfrentamiento a consecuencia del servicio de autobuses que se presta en el municipio.

En torno a las 11.30 horas, el Consistorio que preside el socialista Ángel Luis Guerrero emitió un comunicado donde mostró «su enérgica protesta ante la mala calidad del servicio de transporte público», asegurando que haría llegar un escrito al Consell para «reclamar que ponga remedio al problema de manera inmediata ante el perjuicios que está causando a los usuarios y a la ciudadanía del municipio».

Además, denunciaban que la máxima institución insular no había hecho caso a su petición de trasladar la actual parada ubicada delante de la iglesia al aparcamiento público Cas Vildo para que la carga y descarga de pasajeros no genere graves retenciones y no sea un peligro para los propios usuarios».

Guerrero asegura que ha recibido «numerosas» quejas de usuarios calificando el servicio de «insuficiente y tercermundista al anularse sin aviso determinadas líneas para agruparlas con otras o al suprimirse todos los servicios sin alternativa». Algo que, según el alcalde, ha provocado «que se deje sin cobertura amplias zonas del municipio y que los buses vayan saturados».

Por otro lado, el consistorio aseguró que «la pérdida de destinos ha provocado una reducción de frecuencias que suman un perjuicio más a todas las personas que quieren desplazarse con transporte público en el municipio pareciendo que se quiera desanimar a quien lo usa».

En este sentido, el concejal de Transportes, José Guasch, detalló, por ejemplo, que la línea 2, que daba servicio a Sant Antoni y Port des Torrent, ha desaparecido al juntarla con la 9, que enlaza Sant Antoni con Ibiza pasando por Sant Josep. También aseguró que ha desaparecido la línea 4 de Platges de Comte a Sant Antoni para fusionarla con la 7 de Cala Bassa, o que la línea 6 que va de Sant Antoni en el extremo de Port des Torrent se ha visto descabezadas las salidas «con horarios que carecen de toda lógica».

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Respuesta del Consell

A las tres menos cuarto de la tarde, el Consell «denunció las mentiras y la desinformación del Ayuntamiento de Sant Josep sobre el transporte público» y critica «su falta de lealtad institucional».

En un comunicado, recordó que el año pasado pagó un déficit extra de 3,5 millones de euros del servicio de autobús, mientras que en Menorca, por ejemplo, se pagaron unos 780.000 euros. Algo que demuestra «el inmenso esfuerzo que se ha hecho en Ibiza para mantener el máximo de servicios a pesar de la pandemia».

Además, aseguró que «es absolutamente falso que no se haya hecho caso a una petición oficial del Ayuntamiento de trasladar la parada de autobús situada frente a la iglesia a Cas Vildo», y explicó «que es una opción que se descartó conjuntamente por lo que suponía de cara a los problemas para hacer transbordos y por las dificultades que generaba a las frecuencias».

Asimismo, el conseller de Transportes, Javier Torres, negó que se haya dejado ninguna zona de la isla desatendida y reiteró que «se han dimensionado los servicios en base a las necesidades».

Con respecto a las líneas, aseguró que la 2 «nunca ha funcionado durante el verano y que por eso se cubre con la línea 9», que las líneas 4 y 7 «no se han podido ofrecer de forma separada y por eso se creó la L 4.7 que ofrece ambos servicios» y que la L6 «está funcionando haciendo nueve expediciones diarias de ida y nueve de vuelta, con un nivel de servicio superior a la recuperación de la demanda».

Por último sobre la L42B confirmó que se ha modificado el recorrido «para cobertura a más zonas y que en verano se han habilitado diez expediciones diarias», y sobre las conexiones de autobús en el aeropuerto criticó «el desconocimiento» del Ayuntamiento sobre este servicio «ya que la L10 está al 94,5% de servicios respecto a la temporada alta de 2019».