Las cámaras captaron al quinqui que iba cubierto con un casco y blandía un cuchillo.

Tardes de tensión y furia con violentos episodios protagonizados por quinquis o ocupas. El lunes arrancó fuerte con el pánico sembrado a golpe de motosierra por un viejo conocido de la justicia que atacó a un vecino de la Marina al más puro estilo ‘La matanza de Texas’. La frenética tarde había empezado con el ‘peligro’ blandiendo un cuchillo y lanzado amenazas a un vecino.

Piña vecinal y detención.

Tras sembrar el terror, los vecinos lograron apaciguar los ánimos y que el hombre se atrincherase en la casa que ocupaba desde hace meses. Al final, más de media docena de policías se lo llevaron detenido. Tras pasar por la casilla judicial, el violento fue enviado a Can Reixes.

Atraco a la farmacia.

24 horas después, un encapuchado rompía de forma abrupta la tranquilidad de la farmacia de Sant Jordi. Un quinqui cubierto con un casco integral y armado con un cuchillo de grandes dimensiones atemorizaba a los dos empleados y se llevaba unos 200 euros del cajón. Trabajo rápido: menos de un minuto, pero poco limpio.                         

Violento robo.

Más violento se mostró el delincuente que la Policía Nacional cazó en Vila tras arrebatar una bolsa repleta de dinero al trabajador de un negocio que resultó malherido. El ladrón abandonó el escenario a la carrera y trató de esconderse tras un camión. La patrulla que le perseguía acabó trincándole y recuperando la bolsa de dinero que había escondido en el depósito de combustible del camión.       

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Proveedor de drogas.

La Guardia Civil también acabó este semana con el bussines de un joven italiano que había hecho su agosto surtiendo de drogas múltiples fiestas privadas celebradas en la isla. En su ‘oficina’ o ‘rebotica particular’ de Sant Josep, los agentes le intervinieron decenas de dosis de speed, marihuana, polen de hachís, hongos y setas alucinógenas, bombones de marihuana y éxtasis.                                 

Violencia gratuita.

Motos tumbadas en el suelo y coches con la chapa dañada o con los espejos rotos. Es la huella    de destrucción que dejó el viernes un joven italiano que protagonizó un arrebato de violencia gratuita que se saldó con medio centenar de vehículos dañados en Es Pujols. La Guardia Civil de Formentera le echó el guante. El ‘pieza’ deberá pagar la factura.

Malhechora fiscal.

La Audiencia condenó el lunes a una asesora fiscal de Ibiza que desvió a sus cuentas    más de 9.000 euros de su cliente. Para esquivar el hotel Can Reixes deberá devolver el roto.                                     

Película.

El Profesional, de Georges Lautner.