La artista Josefina Torres.

Josefina Torres, poeta, pintora y colaboradora de Periódico de Ibiza y Formentera, recibió el pasado 6 de agosto en la sede del Consell d’Eivissa el Premi Vuit d’Agost de Pintura 2021 exaequo junto a Carmen Liberal, la pintora y profesora navarra afincada en Ibiza desde hace décadas.

Lo hizo por una obra elaborada en técnica mixta sobre papel y collage de 100 por 80 centímetros titulada La mar trencada y de la que el jurado resaltó «la composición y el equilibro de sus texturas, su riqueza de matices y la vibración de sus aguas».

Un importante reconocimiento para esta artista ibicenca diplomada en Artes Visuales, Comunicación y Diseño Gráfico por el Instituto de las Artes de la Comunicación de Madrid (TRACOR) que, según explicó a Periódico de Ibiza y Formentera, entiende el arte como algo mucho más que simplemente pintar. «A lo largo de mi trayectoria he comprendido que para mí el arte va más allá que plasmar en un lienzo algo con unos pinceles ya que lo entiendo como el acto de volcar mi alma en un cuadro y como una forma de plasmar mis propias experiencias personales».

En este sentido, la obra La mar trencada forma parte de la última serie de obras que ha creado y que se han podido ver en abril de este año en Garden ART Gallery bajo el nombre de Grieta primigenia. Según la propia Torres, en ella aborda el tema de las grietas con el que ha trabajado durante los últimos años y, así, en este caso, «a través de una grieta de cartón se puede ver un fragmento de mar que queda al descubierto dividido en dos láminas».

Para conseguir su objetivo, la pintora ibicenca decidió utilizar materiales que ella misma denomina como nobles y que son «papeles académicos o acrílicos», combinados con materiales más bastos como cartones de embalaje o materiales reciclados. «Los elegí porque siempre me ha gustado el contraste entre este tipo de materiales, entre lo valorado y lo desechado, entre lo reluciente y lo apagado, o entre lo gastado y lo roto», aseguró ayer Torres.

Particular proceso creativo
En este sentido, la ganadora del Vuit d’Agost 2021 aseguró que siempre le ha gustado trabajar con diversos papeles, de gramajes, colores y texturas diferentes, y que para crear sus obras utiliza cartones vulgares a los que aplica acrílico de diferentes modos. «Mi intención es crear manchas caóticas al azar a través de la mezcla de colores, y superponer papeles manchados que hayan sido intervenidos pocas veces y que tengan mayor o menor grosor o estén más o menos diluidos».

Mientras, sobre sus tradicionales grietas que ya forman parte de su propio estilo, Torres asegura que las hace a conciencia y de forma estudiada aunque también con un factor sorpresa. «Esto es algo que siempre me ha estimulado cuando realizo cada obra y es que hay veces que un cartón roto no me sirve a la primera y lo he tenido que rasgar una y otra vez hasta encontrar la que yo consideraba apropiada para lo que yo quería expresar».

Abstracción lírica
Josefina Torres, además de estar diplomada por TRACOR, ha realizado numerosos cursos de dibujo y pintura en Madrid, Mallorca, e Ibiza. Tras pasar parte de su vida fuera de la isla hace 11 años regresó y poco a poco se ha hecho un importante nombre en el mundo de la cultura.

A lo largo de su trayectoria ha ido enfocando su trabajo hacia la abstracción lírica ya que su obra se caracteriza por el uso de diferentes materiales como papeles, cartones o lienzos en forma de collages, rasgados, arrugados o rotos. Todo ello, según explica ella misma, «en torno a un lenguaje metafórico que juega con manchas de colores y sentimientos del alma humana».

En este sentido, Torres aseguró que para llegar a la abstracción y a la síntesis conceptual ha pasado por un largo proceso desde los estudios básicos academicistas donde analizó las técnicas clásicas, figurativas y realistas o las técnicas del carboncillo, la tempera, la acuarela o el óleo. «Desde mis orígenes todo ha sido una incesante experimentación y búsqueda de lo que realmente me llenaba, un ensayo y error, hasta que finalmente llegué a un estilo en el puedo desarrollar mis inquietudes interiores a través de creaciones propias que me identifican y reconfortan».

Su primera exposición individual fue Percepciones vitales en el año 2008 en la galería madrileña El Estudio, lugar en donde residió durante quince años. Después en Ibiza ha realizado numerosas muestras individuales como Plecs cromàtics en Es Polvorí, Trencar el concepte en la sala Can Jeroni de Sant Josep o Clivelles cognitives en Garden Art Gallery, y también fuera de la isla, en Mallorca o la Torre del Ducs de Medinaceli, en El Verger, Dénia. También ha participado en colectivas en la galería B12 en homenaje a la ceramista Anneliese Witt, o la realizada en el Refectori del Ayuntamiento de Ibiza en conmemoración del día de la mujer.