«La escultura es un mundo maravilloso porque no permite que te aburras»

Se trata de una original y sorprendente escultura, en forma de busto de dimensiones medianas, en tonos grises, que sorprendió al jurado por su «dificultad de ejecución y la capacidad de su autora para poderla resolver técnicamente a la perfección».

Según explicó ayer esta escultora y diseñadora de joyas de familia ibicenca de varias generaciones a Periódico de Ibiza y Formentera se trata de una pieza que forma parte de una serie con otros bustos relativamente parecidos. «Estoy muy contenta y al mismo tiempo muy sorprendida con el premio porque concebí Ikigai como un proceso de aprendizaje, sin bocetos previos y sin esperar nada de ellas salvo el seguir mejorando en mi faceta artística y porque si es cierto que el resultado final que conseguí me gusta bastante».

Además, Boned aseguró que aunque con las otras piezas tuvo algún que otro problema y le dieron «algo más guerra» con la ganadora surgió todo de manera «mucho más ágil y sencilla». En este sentido, en su elaboración empleó pasta blanca a baja temperatura con planchas de papel rígido que ella misma iba deformando y cortando hasta encontrar lo deseado» y después aplicó un efecto que consigue sorprender al espectador. Se trata de un original raspado realizado directamente sobre el engobe negro cuando la pieza estaba húmeda y que provoca que le da un aspecto de envejecida.

El Premi Vuit d’Agost en la modalidad de Artesanía supone un importante empujón a la carrera de esta artista que estudió el Bachillerato Artístico en l’Escola d’Arts d’Eivissa, en las modalidades de Ebanistería y Diseño de Interiores, compaginándolo con su trabajo en el taller del veterano y conocido pintor Julio Bauzá y en la elaboración de los trofeos de las fiestas de Sant Rafel.

Sin embargo, Boned no lleva demasiado tiempo dedicándose a la escultura. Tras dar clase de 2015 a 2019 con el ceramista Antoni Ribas Toniet y realizar en invierno un curso de escultura cerámica en el Taller de Sa Teulera con Daniel Benlloch y otro de escultura y diferentes técnicas cerámicas con el escultor Alberto Bustos en Madrid, decidió comenzar a crear sus obras durante el confinamiento «como una evolución al trabajo que desarollo normalmente en el campo de la joyería», donde crea originales piezas combinándolas con distintos materiales y cerámica.

En este sentido asegura haber quedado enganchada rápidamente con la cerámica y la escultura. «He encontrado un mundo maravilloso lleno de posibilidades porque puedes hacer cosas nuevas una tras otra sin aburrirte y aprendiendo cada día con algo diferente y eso par mí que me considero una artista en busca siempre de nuevas inquietudes es fundamental».

Actualmente, Boned trabaja desde su casa perdida en la montaña de la zona de Santa Agnès donde tiene un pequeño taller que no descarta ampliar en un futuro. Mientras eso llega o no, sigue haciendo sus originales joyas tras haber realizado un curso de diseño de joyería en 3D y montaje en metal en l’ Empordà, otro de joyería en porcelana y metal con la joyera Nuria Soley en Figueres y diversos cursos online durante el confinamiento. Y es que, como asegura con una gran sonrisa, le encanta seguir formándose y por eso tiene pensado invertir los 2.500 euros del premio en matricularse en nuevos cursos «para seguir mejorando cada día en este apasionante mundo».