Ganas de música. La isla de Formentera y sus habitantes y turistas volvieron a demostrar que tenían ganas de jazz junto a otros estilos llenando unos conciertos gratuitos que se celebraron al aire libre y con todas las medidas de seguridad e higiene en el Patio de Sa Senieta, el Blue Bar o el Chezz Gerdi.

Distintos puntos de la isla de Formentera la han convertido durante cuatro días en la capital europea y nacional del jazz gracias a la séptima edición de este festival que anualmente organiza Maxwell Moya en colaboración con las áreas de Cultura y Turismo del Consell insular.

Como ya viene siendo habitual el certamen resultó todo un éxito al combinar los conciertos de jazz fusión a cargo de artistas de todo el mundo con actividades que tenían como objetivo hacer reflexionar sobre la sostenibilidad del entorno natural de la isla. Además, se notó en el público las ganas de ver actuaciones en directo después de que la aparición del coronavirus obligara a que la edición de 2020 se tuviera que hacer completamente de modo virtual.

El primer día comenzó por todo lo algo con la conferencia Salvem el nostre mediterrani del conocido biólogo afincado en la isla Manu San Félix y con el concierto ya por la noche en el Blue Bar de Malinga de Morte, un artista residente en Formentera que es conocido por su habilidad para hacer sonar ritmos que navegan entre el afrobeat, el jazz o la música electrónica en una cabina de dj alimentada exclusivamente con energía solar.

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Después, el resto de días la música se pudo escuchar de forma totalmente gratuita, desplazándose hasta el precioso entorno del Patio de Sa Senieta de Sant Francesc. Allí, se pudo escuchar a Yakari, un grupo local compuesto por cuatro músicos; a la cantante cubana Yadira Ferrer, considerada como una de las voces más emergentes de Cuba, junto al trompetista y percusionista Jimmy Jenks, el batería Frank Durand Crespo y el contrabajo Dany Noel; al violinista uruguayo Federico Nathan, considerado como uno de los mejores improvisadores del mundo, y a Valmuz, una banda con miembros de Irlanda, Reino Unido y España que ganó en 2019 el gran premio del Festival de Jazz Johnny Raducannu de Rumania.

Además, como se ha convertido en tradición durante las seis ediciones anteriores, el final de fiesta llegó con una jam sesión en la que participaron buena parte de todos los músicos de este año y que se celebró en Chezz Gerdi.

Conexiones sonoras
El viernes y el sábado se celebraron dos originales propuestas dentro del programa del festival.

Fueron dos conexiones sonoras que tras la buena aceptación que tuvieron en 2020 a través de Instagram, Youtube o Facebook, en esta ocasión se decidió realizar desde el Faro de Cap de Barbaria y al día siguiente desde distintos enclaves marinos y de costa de la isla de Formentera.