Operarios de Xarxa Viària limpiaban ayer el escenario de la colisión mortal en la EI-300, en Sant Joan.

Una colisión fronto-lateral de alto impacto que se saldó con la muerte de un motorista, un fatídico accidente que aunó varias imprudencias temerarias. La conductora del vehículo Mitsubishi que embistió a la motocicleta, una vecina de la isla de 74 años, está investigada como presunta autora de un delito contra la seguridad vial ya que, según las primeras investigaciones, irrumpió en la vía principal haciendo caso omiso a una señal vertical de ‘Stop’.

Por su parte, la víctima, de 35 años y también vecino de la isla, circulaba a una velocidad elevada por un tramo limitado a 80 km/h y pilotaba una moto de gran cilindrada sin tener el permiso correspondiente, según señalaron ayer fuentes de la Guardia Civil.
El fatídico accidente ocurrió en torno a las 21.20 horas del martes en el kilómetro 11,300 de la EI-300, la carretera de Sant Joan.

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Brutal impacto
Ayer por la mañana, en el punto del siniestro todavía eran bien visibles los restos del impacto. En torno a las 09.00 horas, dos operarios de Xarxa Viária se afanaban en retirar los restos de los vehículos que quedaron esparcidos tras la brutal colisión. Trozos de la motocicleta y restos de las luces.

Tras ser alertados del accidente de «alto impacto», hasta el escenario del suceso se movilizaron varias patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y una ambulancia medicalizada del 061.

Desde el 061 activaron el código trauma para evacuar de urgencia al motorista que se encontraba en estado crítico extremo. Las lesiones que presentaba eran irreversibles y el paciente falleció a la llegada a Can Misses, en torno a las 22.00 horas, señalaron las mismas fuentes.