El punto más cercano con Argelia. Aproximadamente 130 millas náuticas, el equivalente a 241 kilómetros, es lo que separa las costas argelinas de las de Formentera. Un trayecto que una pequeña patera con un motor de unos 50 CV puede cubrir, si todo va bien, en algo más de 12 horas.   

El drama de la inmigración ha estado presente desde hace años en las aguas pitiusas, pero nunca a la escala que se está registrando en el último año. En lo que va de 2021 ya han llegado a Baleares más de 1.700 migrantes en patera, lo que supera con creces la cifra alcanzada en todo 2020, 1.464. Esto ya ha hecho que se levanten voces que hablan de una nueva ruta de llegada masiva a Occidente.

La ruta que une Argelia con las Baleares, especialmente con Formentera al tratarse del punto de Europa más cercano a ese país, ha existido desde siempre, pero no ha sido hasta hace unos años cuando ha empezado a usarse como puerta de entrada a Occidente de una forma más multitudinaria.

En principio, y en esto coinciden tanto fuentes de Inteligencia como de la ONG Proemaid consultadas por Periódico de Ibiza y Formentera, se puede empezar a hablar ya de una «consolidación» de la ruta formenterense dentro de la ruta mediterránea desde el punto de vista de las mafias. Unas mafias que «todavía son pequeñas», lo que se refleja en el tipo de embarcaciones que utilizan para los viajes.

Sin embargo, en una de las últimas llegadas registradas en septiembre en la pitiusa del sur, la Guardia Civil decomisó una lancha White Shark, de ocho metros de eslora, con dos motores de 250 CV cada uno, cuando dos argelinos de 31 años de edad se encontraban repostando de madrugada en Cala Mitjorn para hacer el trayecto de vuelta a Argelia y traer a un nuevo grupo de inmigrantes. Esto supondría que o bien actúa una única mafia que está empezando a crecer o bien se están asentando en la zona otras mafias para explotar la necesidad de estas personas de buscar una vida mejor.

Uno de los aspectos en que se basan para hablar de «consolidación de ruta» es la evolución, todavía muy incipiente, en el perfil de la persona que se arriesga para cruzar el Mediterráneo en patera. «En un principio, en toda ruta migratoria, los primeros que dan el paso de cruzar el mar en una pequeña embarcación, con todos los riesgos que eso conlleva, son los más jóvenes del país emisor de la patera», explicaron a este periódico.

Más adelante, conforme van teniendo éxito las incursiones, empiezan a sumarse a estos viajes alguna mujer y personas de otro país que no es el emisor. Finalmente «se sabe que ya está consolidada la ruta cuando empiezan a usarla mujeres embarazadas, con hijos y familias enteras, algo que ya ha sucedido hace unos días con la llegada a alicante de una mujer con sus cinco hijos».

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En ese sentido, recordaron que, aunque lleguen pateras a la zona del Levante peninsular o de Mallorca o Cabrera, el objetivo de las mafias es alcanzar las costas de Formentera por ser las más cercanas. Sin embargo durante el trayecto, que suele ser de unas 12 horas de duración, se puede averiar el motor de la embarcación o quedarse sin gasolina, por lo que las pateras quedan a la deriva y son arrastradas a otros puntos tanto de la geografía balear como de la peninsular.

Desde la ONG alertaron también de que no todos los inmigrantes que utilizan la ruta de Formentera logran llegar con vida. De hecho, recordaron que Proemaid nació tras conocerse las imágenes que dieron la vuelta al mundo de cadáveres de inmigrantes llegados a las playas de la isla griega de Lesbos, entre los que se encontraban niños.

«Esto ya está pasando en las playas españolas. De hecho, el pasado 21 de septiembre llegaron a playas de Almería ocho cadáveres, entre ellos tres mujeres y un niño, que posiblemente salieron de Argelia y cuya embarcación no logró alcanzar las costas insulares», insistieron desde la organización.

También recordaron que, aunque hasta el momento sólo llegaban a las costas de Baleares ciudadanos argelinos, «hemos podido acreditar que, aunque de una forma muy residual hasta el momento, también han llegado a las costas baleares personas de Mali o Libia, lo que es otra evidencia de que la consolidación de la ruta de Formentera es prácticamente un hecho».

Otras voces, por su parte, difieren de que Formentera sea una nueva ruta migratoria para la entrada en Occidente. Este es el caso de la Delegación del Gobierno en Baleares, que destacó que es difícil establecer una definición clara del concepto «ruta», aunque reconoció que las cifras constatan que, efectivamente, está llegando a las islas un número de migrantes mucho mayor en los últimos dos años.

El delegado insular de la administración del Estado en Ibiza y Formentera, Enrique Sánchez, recordó que tanto Frontex como la ONU hablan exclusivamente de la ruta del Mediterráneo, y achacó el incremento de llegadas de pateras a aguas de Baleares en los últimos tiempos a la situación que se está viviendo en Argelia. «Las circunstancias políticas, sociales, económicas y personales empujan a las personas a jugarse la vida en el mar para llegar a Europa», lamentó.

La llegada masiva de migrantes a Baleares no ha pasado desapercibida por la Unión Europea. Concretamente, desde las filas del Grupo Popular Europeo han alertado sobre la reactivación de la ruta argelina con las Baleares, lo que «está poniendo al límite los servicios humanitarios, de asistencia y policiales para hacerle frente». Piden a la Comisión, además, que investiguen las causas de este incremento.