Alfredo Oyagüez está al frente de la Camareta Deia Quartet.

Esta noche, a las 20 horas en el Palacio de Congresos de Ibiza, en Santa Eulària, se celebra el primero de los dos conciertos solidarios que ofrece el cuarteto Camerata Deia Piano Quartet a beneficio de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (APNEEF). El segundo concierto de la II edición del Concierto Extraordinario a beneficio de APNEEF tendrá lugar mañana a las 20:30h en la Sala de Cultura de Formentera.

Alfredo Ardanaz al violín, Fernando Villegas a la viola y Rosa Cañellas al violonchelo, todos ellos capitaneados por Alfredo Oyagüez al piano, forman la Camerata Deia Quartet. Un cuarteto de cuerda y piano que por segundo año consecutivo se desplaza a las Pitiusas para ofrecer, de manera altruista, un par de conciertos solidarios que nacieron el año pasado por iniciativa del músico madrileño afincado en Ibiza Rafael Cavestany, tal como explica Oyagüez. El pianista cuenta que el año pasado, «pese a que momento no era el más adecuado, por culpa de la situación derivada de la pandemia, decidimos tirarnos a la piscina fue todo un éxito. De manera que este año repetimos».

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El concierto que ofrecerán tanto esta noche en Santa Eulària como mañana en Formentera está compuesto por dos partes. En la primera de ellas, el cuarteto interpretará obras de Kreisier, Boccherini y Hayden, «una música suave, relajada pero que a la vez invita a moverse». La segunda parte del concierto estará íntegramente dedicada al compositor y bandoneista argentino Astor Piazzola, uno de los músicos más importantes del siglo XX, como homenaje en el centenario de su nacimiento.

Sorpresas
Alfredo Oyagüez, pianista y líder de la formación adelantó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que se reservan una sorpresa antes de terminar el concierto. El músico explica, a modo de pista, una anécdota vivida el año pasado tras su concierto en Formentera: «Estábamos paseando con Rafa Cavestany por los alrededores de La Savina antes de coger el barco de vuelta a Ibiza. Mi hija Alicia, que tenía dos años, iba canturreando una melodía mientras caminábamos que se nos quedó grabada». Esta melodía acabó formando parte del proyecto que Cavestany tiene en marcha, en el que prepara 32 piezas para niños. La llamó Oyagüeces.

Alfredo Oyagüez, pianista, explica que no solo se celebrarán estos dos conciertos, «ya que los chicos de APNEEF no podrán asistir al concierto, les hemos preparado un repertorio especial que tocaremos en exclusiva para ellos el sábado por la mañana antes de coger el barco para ir a Formentera». El músico explica que estas sesiones tendrán una duración de unos 30 o 40 minutos en los que interpretarán distintas piezas del repertorio y pone el acento en el carácter medicinal que puede llegar a tener la música. También apunta al carácter solidario que debe tener: «Si la música no es solidaria, no es música», asevera Oyagüez.