Turistas y residentes pasearon por los diferentes puestos buscando las mejores ofertas. La mañana estuvo muy animada y no hizo mal tiempo. | Arguiñe Escandón

No solamente vecinos de Sant Antoni se animaron ayer a visitar la Fira d´Estocs de la localidad. También residentes en otros puntos de la isla e, incluso, turistas se acercaron al Passeig de ses Fonts para comprobar si podían hacerse con alguna ganga.

Desde las 10.00 horas hasta las 20.30, los comercios participantes atendieron sin parar a clientes ávidos de hacerse con algún producto. Mercedes se interesó por unos zapatos para su hijo «porque es importante que estén rebajados ya que los niños crecen muy rápido».

Marta, desde su puesto de artículos infantiles, celebraba el «ambiente que da esta feria al pueblo» y reconocía que a los comerciantes «nos ayuda bastante». «Hay cositas que están bastante bien», añadió Carmen mientras miraba algunos puestos. Isabel, valenciana con casa en Ibiza, destacó que aprovechaba más la feria de Sant Antoni que las que se celebran cerca de su tierra natal.

Para Neus, de la tienda infantil Colorins, la situación del comercio portmanyí es difícil, principalmente desde el inicio de la pandemia: «Todos los años intentamos en la feria sacar el stock que nos queda para recibir nuevas colecciones. Lo tenemos todo a mitad de precio». En su caso, destacó también que venden trajes para comuniones, lo que esta temporada «nos ha ayudado un poco». Tras 10 años al frente de su negocio, Neus reconoció que «lo peor» lo vivieron durante el confinamiento al tener que permanecer cerrados durante tantas semanas.

Pepita, de Ibimoda, aseguró que la feria estaba «muy animada y estoy muy contenta y además, hemos acertado con el día». Según explicó, la feria les ayuda a sacar algún stock, aunque la temçporada «nos ha ido bastante bien», puesto que se dedican a la venta de trajes para celebraciones y es un sector que se ha reactivado. «El año pasado fue un desastre», lamentó. Pepita reconoció que, en esta ocasión, había menos negocios en la feria porque «alguno ha cerrado».

Desde Ibiza Fashion Secret reconocieron también que participan en este evento desde hace «muchos años» y «siempre fenomenal». «Que se hagan tres al año», sugirieron. Para este puesto de moda femenina, la temporada ha ido «muy bien», mientras que la del 2020 «no fue tan mal».

La feria tuvo que cancelarse el pasado año debido a la pandemia y también anteayer fue pospuesta un día debido a las malas previsiones climatológicas. Finalmente, se acertó ayer con el día, según destacaron todos los participantes.

El primer teniente de alcalde y concejal de Comercio, Joan Torres, explicó hace unos días que los nueve puntos de venta participantes estaban dedicados a productos de moda, calzado y complementos para todas las edades y con existencias de la colección de verano, así como de la nueva temporada de otoño e invierno.