Joan Amorós ayer por la mañana en el Consell d’Eivissa. A la derecha la portada del libro. | Daniel Espinosa

El profesor y escritor valenciano Joan Amorós i Salinas (Xàtiva, 1975), afincado desde más de dos décadas en la isla de Ibiza, presentó ayer junto a la consellera de Cultura, Sara Ramón, los ejemplares editados por la máxima institución insular de su obra La Ruta como ganadora de la decimoctava edición del Premio de Relatos Cortos Joan Castelló.

Este premio, creado en el año 2001 para conmemorar el centenario del nacimiento de este escritor y folklorista ibicenco, y considerado como uno de los más prestigiosos de narrativa breve en Baleares, está dotado con 2.500 euros.

En esta ocasión, se presentaron nueve obras. El exdirector del CEIP Can Misses y ahora maestro en la escuela de Ses Planes de Sant Agustí se llevó el premio gracias a una historia de intriga, amor y desamor que está ambientada en distintas épocas de la historia de Ibiza.

Según explicó ayer el propio Amorós a Periódico de Ibiza y Formentera, «es una historia contada desde cuatro puntos de vista diferentes, abarcando desde la época en que la gente de Ibiza vivía y subsistía únicamente de lo que conseguía a través del mar y del campo, el gran desarrollo que posteriormente vivió la isla con la llegada del turismo, tanto nacional e internacional, y el momento actual, donde se refleja realmente mi preocupación por los problemas económicos, medioambientales, de comunicación o de educación que nos acechan y que me provocan cierta inquietud sobre qué les podremos dejar a nuestros hijos dentro de unos años».

Una obra muy completa
Sin embargo, La ruta es mucho más y por eso ha conquistado a los miembros del jurado de la edición de este año. Todos ellos destacaron fundamentalmente del texto creado por Joan Amorós «su calidad literaria, tanto estructural como lingüística», «el reflejo que lleva a cabo de distintos aspectos de la mentalidad de la sociedad ibicenca de la segunda mitad del siglo XX» y «su tratamiento cuidadoso de los tiempos, a través de un texto repleto de dinamismo narrativo y una conjunción de aspectos muy diversos que lo convierte en ameno y ágil».

No en vano, aunque se inspiró en la figura de un hombre de su Xàtiva natal que todos los días, sin saber nadie por qué, recorría una carretera andando haciendo la misma ruta, Amorós consigue en las algo más de 80 páginas de su relato captar la atención del lector desde prácticamente el primer momento.

«Quise que fuera una historia de misterio, amor y desamor, cordura y locura, pero sobre todo intentar reflejar la evolución de las tradiciones y la sociedad pitiusa desde cuatro puntos de vista diferentes, además de otro que se desvela al final, a través de las vidas de unos protagonistas cercanos y normales que sufren tensiones comunes a cualquiera de nosotros».

«Reflejar la Ibiza que no viví»
En este sentido, el docente y escritor valenciano aseguró a este periódico que escribió el texto en los meses de octubre y noviembre de 2020, justo antes de que salieran las bases.
Para ello, además, empleó inspiraciones muy diversas. «Siempre que alguien se pone a escribir un texto o una novela puede emplear documentación directa a través de entrevistas con personas que vivieron aquellos tiempos, libros, documentos, charlas, fotografías o vídeos, y esto me ha valido a mí para reflejar la Ibiza que yo no viví de finales del siglo XIX, pero también, como ha sido el caso, plasmar mi propia experiencia después de más de dos décadas en la isla y así poder contar lo que nos tocó vivir hace ya tiempo y estamos viviendo en nuestros días».

Ventajas y desventajas
Todo ello a través de la elaboración de un relato corto. Algo que, según Amorós tiene sus ventajas y desventajas. «Realizar un relato corto, por un lado, tiene de bueno que un escritor aficionado, como es mi caso, puede contar la historia con mayor rapidez, sin necesidad de dedicar tanto tiempo a las descripciones, pero, por otro lado, también tiene el handicap de que tal vez la historia no se acabe desarrollando ni explicando cómo realmente merece y cómo se haría con una novela en la que hay muchas más páginas para explayarse».

Por último, el actual maestro de la escuela de Ses Planes, que ya ganó el Premi de Relats Curts Joan Castelló ex aequo en 2006 con su trabajo Éssers absurds junto a Emma Segura, aseguró que de momento sigue centrado en su labor como docente.
«Por supuesto que me gustaría dedicarme a escribir novelas en un futuro, entre otras cosas porque es el sueño que todos los escritores aficionados tenemos, pero en mi caso creo que solo podré hacerlo cuando tenga a mi alcance dos condiciones que considero imprescindibles para ponerme a escribir y que actualmente en mi día a día no tengo, silencio y tiempo», explicó ayer.