Vicent Ramon. | Toni Planells

Vicent Ramon es el presidente de la recién creada asociación Creix. Una asociación constituida el pasado mes de febrero, que pone el foco en las personas mayores o afectadas por enfermedades autoinmunes, pero sobre todo en los familiares y en quienes cuidan de estas personas.

Los objetivos de Creix van todos dirigidos a la ayuda a este tipo de personas desde distintos ángulos. Promover la concienciación acerca de sus enfermedades y limitaciones, dar visibilidad al desamparo derivado de su afección, edad o condición, que muchas de ellas sufren, o el apoyo a sus familiares y cuidadores son algunos de ellos. Para ello, desarrollan ya distintas actividades y servicios con las cinco personas que ya operan como voluntarias de Creix, entre las que se encuentra una psicóloga, una trabajadora social y personas con una amplia experiencia en el ámbito de la cooperación.

Del reuma a los cuidadores

Vicent Ramon sufre una enfermedad reumática desde hace años. Aunque estuvo implicado en una asociación relacionada con su enfermedad, siempre sintió que «faltaba algo», por lo que tenía en mente organizar algún tipo de asociación en este sentido.

Ramon explica que su idea inicial era «hacer algo sobre las enfermedades reumáticas». «Me di cuenta que había el mismo tipo de necesidades en las personas mayores y sus familiares. El foco lo ponía más no en quien sufre la enfermedad, sino en quién le cuida: cuidar al cuidador», dijo.

En este sentido, el presidente de Creix asegura: «Yo he necesitado que me cuidaran y sé perfectamente lo que supone estar cuidando a alguien». Ramon se refiere a que las cuidadoras, en muchas ocasiones, «pierden a sus amigos y a su entorno social, y en cuanto fallece la persona que cuidan se quedan muy solas».

Primeras socias

El germen definitivo surgió en plena pandemia, en 2020. Una persona mayor le pidió ayuda a Vicent. En aquel momento se dio cuenta de que, ante las necesidades que le estaba pidiendo esta persona, «no podía ayudarla como Vicent, pero sí como Creix». Vicent cuenta que, «a raíz de la petición de esta señora», detectaron «a dos personas más que tenían una serie de necesidades». Ellas fueron las dos primeras socias de Creix.

En los ocho meses que lleva esta asociación constituida, no solo han puesto en marcha una serie de actividades y talleres de pintura, gimnasia a través del baile o de nuevas tecnologías para personas mayores. También han celebrado un mercadillo solidario y desarrollado un proyecto de seguridad en el hogar, todo gracias a la colaboración de empresas privadas como el Hotel Nereida –donó sus muebles para el mercadillo solidario– o C.B. Electric, Ferretería Vargas, Tronc Mobles y Conexibiza, cuya colaboración fue fundamental para el desarrollo del proyecto de seguridad en el hogar.

Servicios

El presidente de Creix pone un ejemplo de los servicios que ofrece su asociación a la hora de «cuidar al cuidador», y es que una de las dos primeras socias necesita tomar ciertos medicamentos a ciertas horas del día. Sin embargo, sus familiares tenían un bautizo, y ese día «fuimos a supervisar que se tomara la medicación». «Nos aseguramos que estaba bien, la acompañamos un ratito y así su familiar pudo disfrutar del bautizo», agrega. Un servicio que, con humor, Ramon llama unidad de respiro móvil.

Otro ejemplo que pone Ramon lo protagoniza una mujer de 73 años «que apenas había salido de casa desde la llegada de la pandemia», quien, ante la pregunta de la psicóloga de Creix de «¿qué necesita para sentirse mejor?», respondió que necesitaba que alguien le mirara los pies, que le dolían. Entonces, detectaron que no se le habían cortado las uñas desde hacía más de un año. «Servicios sociales de Santa Eulària se hizo cargo de una podóloga y nosotros le hicimos una limpieza a fondo de la casa, que también la necesitaba», explicó.

El proyecto de seguridad de la asociación, en el que ha colaborado una serie de empresas privadas, también tiene que ver con esta señora, que, viviendo sola y en unas condiciones de movilidad muy limitadas, «tenía la puerta de casa siempre abierta». De esta manera, Creix se puso en marcha y con este proyecto instalaron un sistema remoto con el que puede abrir y cerrar la puerta de su casa sin necesidad de desplazarse.

Una trepaescaleras

Otra objetivo de Creix consiste en poder lograr una recaudación económica para adquirir un trepaescaleras, una silla preparada para que personas con movilidad reducida, como es el caso de muchas de las personas a las que atiende la asociación, puedan subir hasta sus pisos, que en muchas ocasiones no cuentan con ascensor.

El dispositivo se podría mover a los distintos domicilios de quienes lo necesitaran: «En muchas ocasiones, estas personas apenas pueden salir de su casa para realizar trámites necesarios en el banco, por ejemplo, y lo tienen muy complicado». En este sentido, Ramon apunta que la gestión de trámites burocráticos también entra dentro de los servicios que ofrece dentro de su asociación. «Todos tenemos algún mayor y algún día lo seremos nosotros». Así anima Vicent Ramon a que cada día más voluntarios se unan a su iniciativa.