Como prácticamente toda la semana, el polígono Eurocentro se inundó de fecales. | Daniel Espinosa

Un día más, los vecinos del edificio Brisol y zonas colindantes tuvieron que soportar vertidos de aguas fecales procedentes del torrente de Sa Llavanera. Una jornada más, nadie quiso asumir responsabilidades.

Desde la Conselleria de Medio Ambiente, preguntados por el desbordamiento de la depuradora de Ibiza, se limitaron a señalar que la falta de separativas de pluviales y fecales provoca que llegue a la estación más agua de la que la instalación puede asumir. También aseguraron que en la jornada de este viernes no se había producido ningún «error atribuible a la instalación».

Explicaciones que para nada convencieron a Toni Riera, vecino del Brisol, que denunció nuevamente los vertidos.

Esta semana, desde Medio Ambiente explicaron que se habían reunido en varias ocasiones con el Ayuntamiento de Ibiza para “coordinarnos y encontrar soluciones a los problemas de la red de saneamiento”. Según manifestaron, la última reunión tuvo lugar hace dos semanas y se habló sobre la situación de los Brisol, acordándose intensificar la limpieza cuando se produjeran vertidos de aguas mixtas para evitar al máximo molestias a los vecinos.

Riera lamentó que sólo el primer día vinieron camiones de limpieza, «pero después no vienen más y el agua que queda no es agua cristalina». Este afectado insistió en que es «un problema crónico, de toda la vida», por lo que los encargados saben de sobre lo que pasa. «Cuando llamas, te tratan de idiota», declaró.

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Desde la Agencia Balear del Agua aseguraron este viernes, una vez más, que es necesario construir una red separativa para aguas mixtas y fecales. En este sentido, celebraron iniciativas como el nuevo colector de pluviales del camino de Can Murtera, proyectos «que marcan el camino a seguir», insistieron desde Abaqua.

Desde el Ayuntamiento de Ibiza no respondieron a la consulta de este periódico sobre este nuevo episodio de vertidos fecales.

Riera lamentó cómo aquellos que podrían resolver el problema se limpian las manos al respecto. «Desespera», precisó este viernes.

El torrente de sa Llavanera era pestilente. Foto: Daniel Espinosa.

Zonas cercanas al torrente de sa Llavanera quedaron este viernes anegadas de aguas sucias creando de nuevo un lodazal pestilente, según señalaron algunos vecinos.

Hace dos días, Riera denunció también los vertidos e incluso desmintió    al Ayuntamiento de Ibiza, que hace semanas le aseguró que eran «puntuales». «Me pregunto si para entrar en casa tengo que atravesar siempre la porquería. Demuestra que no es algo puntual porque hemos tenido una semana de lluvias y todos los días ha pasado. Me supera», manifestó el miércoles.