El 15 de marzo de 2020, el Gobierno anunciaba que los españoles debían encerrarse en sus domicilios como forma de afrontar la crisis sanitaria del COVID-19. Internet se convirtió en una herramienta aún más imprescindible de lo que ya era y muchas administraciones buscaron en la red soluciones de urgencia para poner en contacto a los confinados con los negocios que permanecían abiertos. En la isla de Ibiza, la iniciativa la tomaron el Consell y el Ayuntamiento de Vila. Ambos abrieron sus propias plataformas para, por un lado, facilitar el acceso de compras y servicios de los encerrados y, por otro, ayudar a las empresas a tener visibilidad en un momento en el que todo era confusión e incertidumbre.

Los resultados de ambos proyectos fueron dispares. En el caso del Consell, y según afirma la directora insular de Comercio, Irene Torres, la plataforma se llamó Compra des de casa y tuvo «muy buen resultado».

Nació «como un directorio» a principios de abril del año pasado, con una inversión inicial de 12.000 euros y con la colaboración del sector de comercio de la Pimeef. «Fue muy útil para los ciudadanos», afirma Irene Torres, «porque sabían qué negocios estaban funcionando. Y a los empresarios les permitió publicitarse en un momento de mucha confusión».

La plataforma se lanzó menos de tres semanas después de que el Gobierno central decretara el confinamiento domiciliario y con unos 180 comercios y empresas registrados. No tenía vocación de marketplace porque su objetivo fundamental era «dar visibilidad al comercio local» en un momento en el que las ventas online subieron como la espuma y los grandes del sector se hicieron aún más potentes.

Esta plataforma se ha reconvertido ahora en Som Comerç y participan en la misma tanto la Pimeef como todos los ayuntamientos de la isla.

La fidelidad como objetivo
Torres señala que es «más potente» y que, además de dar visibilidad a los negocios ibicencos, permite activar «todo tipo de acciones con vistas a la fidelización de los clientes». Para ello cuenta con su propia aplicación de móvil, que da acceso a descuentos, sorteos y otro tipo de iniciativas. El Consell, incluso, la utiliza como «una cesta de Navidad». Es decir, los trabajadores de la institución, en lugar de recibir este regalo en diciembre, tienen diferentes vales para poder comprar en los comercios que se anuncian.

En estos momentos, la dirección insular de Comercio trabaja en la ampliación de las licencias que permitirá el registro de nuevos negocios. «Ahora mismo hay unos 180», explica Torres, «y hemos ampliado para poder incluir 100 fichas más y otros sectores».
En el caso de Vila, fue D’Eivissa a casa el nombre con el que nació en las mismas fechas el marketplace municipal. Tenía los mismos objetivos que la plataforma del Consell, pero pretendía ir más allá al ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de comprar directamente en el portal.

Admitir el fracaso
La concejal de Comercio, la socialista Desirée Mostazo, reconoció en el último Pleno, celebrado a finales de octubre, que el proyecto había «fracasado». Sin embargo, Mostazo admitió esta situación quitándole hierro al asunto con declaraciones como que el de Vila había sido «el único ayuntamiento» de la isla capaz de activar esta iniciativa en un momento tan difícil como fue el del confinamiento.

La concejal también responsabilizó del fiasco a los propios comercios, cuyo «nivel de digitalización no les permitía ir a la misma velocidad que la plataforma».

La concejal, sin embargo, dejó claro que, aunque D’Eivissa a casa ya no funciona como marketplace, el Ayuntamiento ha «aprendido» de esta experiencia y ha adoptado iniciativas como la petición de ayuda a los fondos europeos Next Generation para lograr que los comercios ibicencos puedan avanzar en su digitalización.

La plataforma municipal es ahora mismo una web reconvertida en «escaparate digital con información, fotografías y localización» de los comercios que en ella se anuncian.

«Hemos aprendido», insistió Mostazo, «y estamos reconduciendo este proyecto porque nosotros sí que lo materializamos y otros ayuntamientos lo prepararon y no lo pudieron hacer».