Antoni Florit frente a la Unitat Básica de Sant Miquel, ayer. | Marcelo Sastre

El doctor Antoni Florit deberá dejar su puesto como médico de la Unidad Básica de Sant Miquel a principios del año que viene. La ley así lo establece. Florit cumple 70 años, el límite fijado por la normativa balear para la prolongación del servicio activo del personal estatutario del Servei de Salut de las Illes Balears, IB-Salut.

Una situación que no aceptan ni el propio Florit, que siente que todavía está capacitado para ejercer su profesión, ni los vecinos de Sant Miquel que defienden la voluntad del que ha sido su doctor durante 41 años.

Es por ello que entre los miquelers se ha iniciado una campaña de recogida de firmas que ya cuenta con alrededor 600 apoyos para solicitar al IB-Salut que permita al doctor mantenerse en su puesto más allá de los 70 años.

«El que no ha firmado es porque no se ha enterado», apostilla al respecto el presidente de la asociación de vecinos de Sant Miquel Anárem a Sant Miquel, Joan Tur.

Él mismo tuvo conocimiento de esta situación el pasado viernes, momento en el que decidió respaldar la iniciativa con un escrito a la directora gerente del Área de Salut d’Eivissa i Formentera (Asef), Carmen Santos, en nombre de la asociación.

En el documento defiende que, a pesar de cumplir 70 años a principios del año próximo, Florit se encuentra en perfectas condiciones de salud para poder ejercer en su puesto y que su «profesionalidad» durante más de 40 años le ha valido la «gran estima» de sus pacientes.

Tur destaca la entrega incansable de Florit al cuidado de sus pacientes. «Nunca deja a nadie sin atender, incluso si no tienes cita se queda un rato más para atenderte. Por tema de urgencias ha llegado a ir a casa de la gente, porque en 40 años hemos tenido de todos los colores. Es el médico que todos quisiéramos tener siempre».

Otro de los argumentos que expone es la falta de personal sanitario, el principal motivo que Florit esgrimió en su escrito para pedir su continuidad hace ya unos meses, sin embargo desde IB-Salut se la denegaron.

Indican desde el Servei de Salut balear que a los 65 años está fijada la edad de jubilación forzosa, aunque la instrucción 8/2009 establece que los médicos pueden solicitar el retraso de su jubilación y continuar trabajando si su estado de salud lo permite y tras la correspondiente revisión médica por parte del servicio de Salud Laboral, anualmente, hasta los 70 años. Esa es la edad en la que la ley ya no posibilita más prórrogas.

La sustitución del médico de Sant Miquel ya está prevista y se llevaría a cabo en el mes de enero.

Florit se ha topado con la ley, pero él insiste: «Aquí en Sant Miquel estoy muy a gusto, estoy bien de salud, todavía tengo ganas de ejercer y me gustaría seguir en mi puesto».

Su tercera opción
Antoni Florit llegó a Sant Miquel con 28 años, «a punto de cumplir los 29», concreta. Era diciembre de 1980. Había trabajado tres años y medio en Menorca, su tierra natal.

Aprobada la oposición solicitó dos destinos en Menorca y el tercero fue Sant Miquel de Balansat. «Vine aquí con intención de volver a Menorca, pero por circunstancias no salieron plazas que me cuadraran y me acabé casando, formando una familia y me quedé aquí muy feliz», subraya.

No es la primera vez que la ciudadanía de Sant Miquel defiende la continuidad de su médico. Cuando este se iba a jubilar con 65 años y no era seguro que se le concediese la solicitud para seguir ejerciendo, los vecinos hicieron una recogida de firmas para respaldar la solicitud de Florit.

Personal Emérito
En algunas comunidades autónomas, como Madrid o Andalucía, se ha regulado la figura de personal emérito, que permite a algunos profesionales seguir ejerciendo la medicina pasados los 70 años de forma voluntaria cuando tengan una trayectoria relevante u ostenten un nivel de conocimientos que justifique su continuidad. Si bien en la mayoría de las autonomías la normativa prevé que el médico emérito continúe sólo como docente o desarrollando labores de asesoría de los centros médicos, en el caso de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, sí se contempla que sigan ejerciendo labores en el ámbito asistencial con el consentimiento de los pacientes. En el caso de Madrid el nombramiento como personal emérito tiene una duración de dos años y es prorrogable hasta los 75 años, previa evaluación de una comisión de expertos.