Mª Àngels Marí, durante un momento de su conferencia este viernes en el Casal d’Igualtat de Vila. | Marcelo Sastre

Desde el año 2012 ocupa el cargo de secretaria general de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera. María Àngels Marí (Ibiza, 1982) es licenciada en Economía y en la actualidad compagina su labor en la patronal con el asesoramiento fiscal y contable a empresas de las islas. Considera que la sociedad pitiusa es especialmente emprendedora y que esos ánimos de emprender, en el caso de la mujer, vienen dados por el propio carácter femenino, inquieto y capaz de llevar a cabo numerosos trabajos a la vez. Marí participó este viernes en el encuentro Creando red, rompiendo techos organizado por el Ayuntamiento de Ibiza para dar a conocer a las mujeres emprendedoras de Ibiza.

—El título de su ponencia fue ‘Expectativas vs Realidades’. ¿Qué quiso transmitir con su intervención?
—Sobre todo lo que es la realidad de cuando una persona emprende un negocio, principalmente cuando se trata del primero porque después ya se tiene experiencia. Hay dos partes. Una de ellas es una comparativa de lo que espera la propia persona y la sociedad cuando se emprende y lo que después realmente uno se encuentra. Imaginas que acabarás trabajando en lo que te gusta y, cuando empiezas, acabas haciendo de todo. También se dice siempre aquello de que uno será su propio jefe y la realidad es que acabas siendo el jefe de todos. Al final, siempre estás negociando con unos y otros y te da la sensación de que eres el trabajador de todos.

—¿Qué más hay que saber sobre el comienzo de una empresa?
—Es muy importante destacar que algunas personas se plantean la autoocupación para tener un horario libre, poder organizarse y, al final, no desconectas nunca. Uno se va de vacaciones o enferma y está pendiente de todo. He de decir que los autónomos son las personas con menos bajas médicas en comparación con los trabajadores por cuenta ajena.

—Al emprender, es muy importante tener en cuenta la parte económica.
—Sí, cuando alguien comienza se centra mucho en la idea de negocio, en la actividad y en cómo lo hará. Sin embargo, no dedica tanto tiempo ni recursos a pensar en un plan de inversión o cuánto le va a costar. Tampoco piensa en un plan de tesorería. Otro de los errores que comete la gente es que emprende el negocio creyendo que facturará desde el primer día como si llevara cuatro años. Aunque pensemos que nos conoce mucha gente, todo tiene un proceso de lanzamiento, de crecimiento, y todo supone tiempo, meses en los que tienes unos costes fijos. Es muy importante dedicar mucho tiempo a la parte económica, no tener prisas en crear, y es necesario contar con un colchón económico. No puedes empezar de cero porque, a la que llevas dos meses sin recursos y sólo pagando, la motivación se va esfumando. Además, hay que tener muy claras las obligaciones mensuales y trimestrales con Hacienda o con la Seguridad Social.

—¿Esta realidad a la hora de emprender es diferente para hombres y mujeres?
—Por lo que he podido ver nos estamos acercando a la igualdad, pero todavía no la hemos alcanzado. En el tema de la conciliación entre la vida laboral y personal, en el caso de las mujeres, continúa esa tendencia de que, por ejemplo, si un hijo cae enfermo, quien lo lleva al médico o lo cuida, por norma general, es la mujer. Hemos evolucionado mucho y es hacia donde debemos ir, pero tenemos que seguir avanzando.

—¿El mundo empresarial sigue siendo un mundo de hombres?
—No, ya no tanto. A esta misma pregunta, hace diez años, sí habría dicho que mayoritariamente hay más hombres, pero estamos evolucionando y en los últimos cinco años ya no hay tanta diferencia y muchas mujeres se animan a emprender, acortando esa brecha que existía entre unos y otros.

—A la hora de superar esta última crisis, ¿las mujeres empresarias lo han tenido peor?
—En este caso ha dependido más del tipo de actividad. Por ejemplo, el sector de la restauración o de comercio, ya en una situación delicada por el cambio de hábitos en las compras, han resultado muy perjudicados por la Covid-19. El sector servicios no se ha visto tan afectado. Ha sido más bien por el tipo de actividad que por el género.

—¿Las mujeres de Ibiza y Formentera han sido emprendedoras?
—Sí, desde que empecé en el 2006 a trabajar en Pimeef llevando el gabinete de creación de empresas, he visto que, en general, las mujeres de Ibiza son muy emprendedoras, y también los hombres. Cuando hemos comparado el nivel de creación de empresas, de nuevos negocios, somos una isla con mucho movimiento emprendedor, no sólo ahora, incluso hace muchos años. Ha habido mucha iniciativa por parte de la gente y no ha habido miedo, aunque es recomendable que, al empezar, se tenga muy claro qué quieres hacer y que no haya prisas.

—¿Hay que seguir reivindicando el papel de la mujer en el mundo empresarial?
—Es necesario y se han hecho acciones, pero hay que hacer más. Existen muchas ganas por parte de las mujeres porque se crean muchas sinergias y es fundamental tenerlas. Desde Pimeef estamos trabajando también en la creación de la primera asociación de mujeres emprendedoras, empresarias y directivas que presentaremos a comienzos de año. Es muy necesario porque en Ibiza no existe ninguna asociación de estas características.