Vicente Ribas Prats. | Marcelo Sastre

El nuevo obispo de Ibiza y Formentera nació en Sant Antoni de Portmany el 12 de mayo de 1968 y fue ordenado sacerdote hace 25 años en la Catedral de Ibiza, en concreto el 12 de octubre de 1996.

Previamente, había recibido formación teológica en el Seminario Metropolitano de Valencia y en el Pontificio Instituto Juan Pablo II. Además de sus estudios eclesiásticos, tiene un grado superior de Formación Profesional en la especialidad de Administrativo.

Ribas comenzó su ministerio pastoral como vicario de la parroquia de Santa Cruz de Ibiza donde estuvo entre los años 1996 y 2000. En 1997 fue nombrado también capellán del Colegio Sa Real y, posteriormente, en 1999 fue designado delegado de Pastoral Vocacional.

Con la llegada del nuevo milenio recibió el encargo de dirigir las parroquias de Santa Gertrudis y Sant Mateu y en 2006 fue elegido párroco de Sant Miquel, además de ser miembro del Consejo de Consultores y arcipreste del Arciprestazgo de Santa Eulària. Dos años después, fue designado párroco de esta localidad en la que ha ejercido sus funciones hasta la actualidad. De hecho, días antes de anunciar su elección como obispo celebró sus 25 años de sacerdocio en Es Puig de Missa de la localidad.

En el año 2009 resultó elegido canónigo de la Catedral de Ibiza y, un año después, vicario general de la diócesis.

El 2 de febrero de 2020 fue elegido administrador diocesano de la iglesia pitiusa tras la marcha del anterior prelado, Vicente Juan Segura.

El Papa Francisco encomendó a Ribas la gestión episcopal de la diócesis pitiusa el pasado 13 de octubre, convirtiéndose así en el quinto obispo nacido en Ibiza de un total de 14.

El lema de su mandato es Vivo et vivam pro Ecclesia, una máxima del Beato Francisco Palau que significa lo siguiente: «Vivo y viviré por la Iglesia».

Según declaró el propio Ribas, con este lema «me identifico, me defino y con estas palabras quiero expresar lo que es y será mi ministerio y referirme a mi presente como obispo de la diócesis de Ibiza y Formentera y a mi futuro».

El pasado 13 de octubre, cuando se hizo pública su elección, reconoció que sus primeros pensamientos estuvieron dirigidos a la diócesis, «a los grandes obispos que he tenido y en la gran responsabilidad que es. Creo que Dios no elige a los capacitados, sino que capacita a quienes escoge. Con mucha humildad y confianza aprobé esta propuesta del Santo Padre».

Escudo episcopal del Obispo de Ibiza.

El lema episcopal Vivo et vivam pro Ecclesia, es una máxima del Beato Francisco Palau: Vivo y viviré por la Iglesia.

El escudo episcopal. De azur (azul), cruz alzada y desplazada a la diestra, de oro. En el cantón inferior siniestro una barca surcando las aguas, que evocan el mar Mediterráneo en el que se sitúan las islas de Ibiza y Formentera y, a su vez, la barca representa a la Iglesia, según las enseñanzas de los Santos Padres.

Sobre la barca hay una estrella de ocho puntas. La estrella, según la antigua tradición heráldica, simboliza a la Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia. Ella, la Estrella de la Nueva Evangelización, guía a la Iglesia (representada por la barca) hacia Cristo (representado por la cruz central).