Presentación de la candidatura de Roldán en el mes de septiembre.

Los tres comités que aportó Más Eivissa a El Pi (entre 70 y 75 afiliados de Vila, Santa Eulària y Sant Josep) se reunirán mañana jueves a las 19.00 horas para decidir si la formación «se queda dentro de la disciplina de El Pi o salimos». Así lo aseguró ayer Toni Roldán, presidente insular de ambas formaciones y que fue candidato a presidir el partido regionalista en Baleares.

Roldán dejó muy claro que se hará «lo que decidan estos 70 o 75 afiliados que aportó Más Eivissa, pero sin más historias y espectáculos» como los que se han venido sucediendo desde el último congreso de El PI Baleares, que finalizó con la victoria de Tolo Gili, con la impugnación de los resultados y con varias denuncias por diversas irregularidades.

En caso de que Más Eivissa optara por la salida de la formación regionalista, la Ejecutiva insular de El Pi quedaría disuelta, ya que la mayoría de sus integrantes provienen del partido de Roldán, «pero todo esto hay que debatirlo» en la reunión prevista para las 19 horas de mañana, según explicó el político ibicenco.

En caso de que finalmente se opte por la salida de la disciplina de El Pi, se tendrá que reunir la Ejecutiva insular para dar cuenta de las dimisiones.

La primera deserción oficial de El Pi se dio ayer en Sant Llorenç, en Mallorca, con la dimisión del concejal Onofre García a causa «de los últimos hechos ocurridos» en la pugna entre los dos sectores por hacerse con el control de la formación. Concretamente, García hacía referencia a que el Comité de Disciplina del partido informase a dos consellers insulares del sector de Roldán, Pere Soler e Isabel Febrer, de que se les había abierto un expediente por desobediencia grave al destituir a la oficialista Xisca Mora como portavoz de El Pi en el Consell de Mallorca y por contratar una nueva asesora sin consensuarlo con la dirección del partido.

Curiosamente, el sector oficialista de Sant Antoni, en Ibiza, también toma sus decisiones sin tener en cuenta a la Ejecutiva insular, controlada por el sector de Toni Roldán, y a eso desde el oficialismo del partido regionalista lo llaman ejercer su autonomía como comité.

En caso de que finalmente sean expulsados del partido, ni Soler ni Febrer tienen previsto renunciar a sus actas en el Consell mallorquín ni en sus respectivos ayuntamientos.